E3 2017: Los videojuegos son aburridos
El evento conocido como Electronic Entertainment Expo es algo así como la cumbre mundial para los periodistas, desarrolladores y distribuidores de videojuegos. Cada año se realiza sin falta a inicios de junio en Los Angeles y cada año tiene menos sentido su existencia.
Como entusiasta del entretenimiento electrónico (una manera fancy de decirle a los videjuegos), desde la adolescencia me sé todo el libreto acerca de encumbrar algo que básicamente es un trade show en algo más de un comercialote que decenas de revistas y sitios web nos quieren vender como el futuro. Es más, el E3 podría ser una víctima más del internet ya que [por ejemplo] empresas como Nintendo han preferido dejar de gastar en conferencias masivas y más bien producir un vídeo donde periódicamente anuncian sus novedades, llamado Nintendo Direct.
Para no perder la temporada, justo en tiempos del E3 lanzan uno. Los periodistas de la fuente, de cualquier modo, tienen una razón para cubrir a Nintendo en Los Angeles: los nuevos productos están disponibles en el piso de exhibición aunque la marca regularmente (y en otras etapas del año) paga viajes y hospedaje a prensa de todo el mundo para que jueguen títulos en desarollo.
Este año, Nintendo estrenó consola (el Switch) y candidato a juego del año (The Legend of Zelda: Breath of the Wild) en marzo mientras que su anuncio más fuerte (Metroid Prime 4) tiene la vaga fecha de 2018. Lo más interesante fue otro título 3D de Super Mario que realmente no inspira, si bien la crítica especializada le ha dado bueno comentarios.
Xbox anunció un recorte de precio al [prepárate para la confusión] Xbox One S mientras que ha revelado el Xbox One X, una evolución de su plataforma actual que tiene más capacidad y resolución. No sé que tanto resuene esto en México, ya que la revolución del Full HD no ha impactado a todo el país y lo que propone Microsoft es entrarle a un nuevo formato: el 4K. Aparte, aún si el One X se vendiera al mismo precio de Estados Unidos, quedaría en prohibitivos 10 mil pesos. No hubo tampoco anuncio de secuelas inmediatas de sagas favoritas para los fans como Halo o Gears of War. El resto de la parrilla de juegos es más de lo mismo para el tipo de gamer que ha moldeado la consola en lo que es: una opción para jugar títulos de disparos, violencia deportes y multiplataformas. Aunque el estilo gráfico de Cuphead es verdaderamente atractivo:
En el campamento de Sony, se tiene la certera creencia de que el PlayStation 4 es la consola ganadora de esta generación, al haber sobrepasado en unidades vendidas al Xbox One y posicionarse como una máquina dedicada a los jugadores que no consideran algo serio los títulos de e-sports como League of Legends o bien, rechazan que los títulos de móviles de 1 dólar sean considerados como videojuegos siquiera.
Y es por esa expectativa tan grande que las presentaciones de Sony en el E3 2017 decepcionaron a los entusiastas. Trailers reciclados de otros eventos, cero franquicias nuevas que emocionaran y una enferma continuidad respecto a hits anteriores, cosa de la cual adoleció Xbox pero que en estos excesos tampoco es sano para las marcas. Sumemos que bastante títulos van hasta 2018.
Además, sufren del mismo problema de Xbox: su PlayStation 4 Pro está a medio camino de ser una consola de generación nueva pero atada a la versión de menor debido a la compatibilidad. Eso es un desastre, sumado a la poca penetración de iniciativas como PSNow a nivel mundial (un servicio de stream para jugar) o que simplemente PlayStation VR no ha levantado interés ni ventas arrolladoras como para que los desarrolladores lo volteen a ver. Es de nicho.
Lo más llamativo fue un avance de una exclusiva de Spider-Man para PS4.
Y esto es un año flojo en Los Ágeles. Máquinas caras y fuera del presupuesto, secuelas nivel meh y nada que realmente rompiera el internet. Hay que jugar y hay calidad para el resto del 2017, pero podemos decir que este año los videojuegos se volvieron aburridos.
¿La innovación regresará en 2018?