Este mapa muestra a los países responsables del Cambio Climático
No todos los países producen los mismos efectos nocivos para el ecosistema a escala mundial, y en buena parte de los casos el nivel de impacto depende del modelo de desarrollo que prime en cada país y de su nivel de industrialización. Cuando se celebran conferencias internacionales, como la pasada Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Nueva York, para alcanzar acuerdos globales que reduzcan el deterioro medioambiental, debemos recordar que el peso y repercusión de cada país depende de numerosos factores, entre los cuales está su nivel de desarrollo económico.
El caso de China ha sido especialmente mencionado debido a la creciente intensidad de sus emisiones. En el año 2006 China emitió a la atmósfera 6.200 millones de toneladas de dióxido de carbono, frente a los 5.800 millones emitidos por Estados Unidos. El modelo de desarrollo económico de China va unido a una creciente demanda de energía, no solo por parte de las grandes empresas, sino a nivel de particulares. Según la Agencia Internacional de la Energía, la demanda de petróleo llegará casi a cuadruplicarse entre 2005 y 2030, contribuyendo en más de dos tercios al aumento total de la demanda china de petróleo.
Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía señala que las emisiones per cápita de China en el año 2030 tan sólo representarán el 40% de las de los Estados Unidos y unas dos terceras partes de las de la OCDE en su conjunto. Es decir, que en términos relativos, las emisiones chinas se reducen significativamente a escala mundial.
Según el análisis de Lluís Torrent, entre 1990 y 2006 China fue, junto a Irán, el país que más redujo la intensidad de sus emisiones – más del 60% por unidad de PIB producida. ¿Por qué? En el caso chino la mejora se produjo por el aumento del PIB en el mismo período (+651,5%), lo que llevó al país a un saldo emisor positivo.
¿Qué es la Huella de Carbono?
La Huella de Carbono representa una forma de cuantificar la cantidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), en especial CO2 pero no exclusivamente, que son emitidos a la atmósfera como resultado de actividades de la vida diaria, desde la adquisición de productos como materias primas hasta la forma de gestionarlas cuando pasan a ser deshecho.
Medir la huella de carbono permite identificar las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero para redefinir medidas de reducción más efectivas y políticas de ahorro dirigidas particularmente a los responsables. Las dimensiones del problema no son solo globales, sino que implican cuestiones económicas y de desarrollo cuyo impacto alcanza el plano de la ética y justica social.
Atendiendo a las estimaciones del Center for Sustainable Economy (CSE), solo hay 15,71 hectáreas globales renovables disponibles para cada habitante del planeta, lo que se traduce en una sobreexplotación biológica de la Tierra de casi un 50%. Por ejemplo, en el caso de China, el aumento del poder adquisitivo de la población el consumo de energía y combustibles fósiles irán subiendo de niveles a medida que se demanden más electrodomésticos, sistemas de calefacción o aire acondicionado.
El Mapa de Carbono
A nivel internacional, los 20 principales países emisores fueron responsables del 75,5% de las emisiones globales en 2010. Estados Unidos ocupaba la décima posición por emisiones de CO2 pero encabezó la lista de países consumidores de petróleo. Además, según The Guardian, China y Estados Unidos son responsables del 45% de la contaminación por carbono del mundo.
A partir del mapa interactivo elaborado por Kiln puedes navegar en profundidad para descubrir país por país, quiénes son los grandes contaminadores a escala internacional, cómo las emisiones de China han crecido estratosféricamente, y ver quiénes son los más vulnerables al impacto del calentamiento global.
Información de United Explanations