El sexo de Dios: la poesía mística de Mónica Martz y la ceniza de la feminidad

Humo Sólido es una hoja que se desprende de un árbol de fuego. Llama viva e incandescente, esta hoja contiene poesía de la más absoluta vitalidad, transgresión y belleza. Poesía actual, irreverente, transgresora y propositiva, en el humo se inscribe la siguiente leyenda: “Cuando ya todo esté prohibido”.

Al más puro estilo contestatario, en tiempos donde toda la información circula a través de la red, el proyecto Humo Sólido representa en sí mismo una consigna: compartir la poesía de “mano en mano” y de alma en alma. Ejercicio solidario, autogestivo y artesanal, los poemas son arrastrados por el impulso editorial de quienes mantienen este proyecto que ahora llega a su número 9 con un contenido inquietante: la obra de la magnífica poeta Mónica Martz.

El gran esfuerzo realizado por los coordinadores Mario Guzmán y Daniel Olivares de entregar 5000 ejemplares de Humo Sólido a las manos de nuevos, y viejos, lectores es digno de celebrarse. Aplaudo los proyectos que, pese a todas las circunstancias, se empeñan en sobrevivir.

Vivimos en un país en crisis, donde a la vida se le ha usurpado su condición absoluta, y la muerte se ha empeñado en hacernos creer en el miedo, la desesperanza y la soledad. Pero ahí está la poesía aferrándose al corazón del hombre. Y ahí está Humo Sólido regalando poemas como el último acto de una generosidad antigua.

Cabe destacar que en este número se le ha dado  merecida difusión a las poesía mexicana construida desde la feminidad, con una breve selección de la poeta Mónica Martz (Ciudad de México, 1974). Los versos de Marts sorprenden por su claridad, su fuerza expresiva y una profunda violencia emocional que revienta el muro de la falsa moral y la condescendencia religiosa.

De una ambivalencia mística, esta poesía expresa su condición femenina a través del erotismo y la locura. Poemas claros, y al mismo tiempo, audaces; la poeta trasciende las pulsiones de Eros y las magnifica en un estallido en donde Dios es sólo un eco de su propio deseo sexual.

He leído con atención el poema “X-X-X” contenido en Humo Sólido, un poema en donde Dios es el receptáculo de una feminidad absoluta, plena y sin reticencias. Es en esencia, un poema digno de compartirse. Por tal razón celebro que la poesía sea ese humo imperecedero. A continuación reproducimos el poema, acompañado de una invitación de conocer y apoyar un proyecto tan valioso como Humo Sólido. Que pueden conocer más a fondo en su página oficial.


X-X-X

Despójate de la blusa

_____

_____

dijo Dios

deja caer los botones

descalcificados

quiero lamer el equinoccio

de tus pecas

hundir las espadas de mis dedos

entre tus costillas

vasta cumbre de anís

palpar tu triángulo (equilátero)

aspirar los espectros

de tus vidas

como hiena


como higuera

rasgar el esmalte de tus huesos

porvenir incierto

crepúsculo


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escalera tomada desde abajo

*

la canción del cielo

aullaba noche

me consumió

y fui malaquita punzante

y sociedad en extinción

escarpa fragmentada

gran raíz

*

en una hoja blanca de cielo

habilité para ti:

puerta sin cerradura

zapatos sin nunca andar

para que entres vacía,

avanzando sin pasos

y estés presente

en la masacre de tu propia

vanidad

*

soy Dios

lluevo desnudez

no te miro: te penetro

retiro tu cáscara

miro tu permanente anochecer

*

en tu baño de vapor lúcido

en la ilusión absurda

de que tengas alma

en la nula lealtad que ofrece

tu sombra

dejo que las partículas

de mis huesos astillados

se lleven tus decepciones

los jadeos de tu volcán

las contorsiones de tu alma

*

el silencio

avanza

la greda

se convierte

en nuestro final.

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