Asesinan a padre que buscaba a sus tres hijos desaparecidos en Guerrero
El 10 de mayo de 2015, un grupo armado levantó a Víctor, Juan y Manuel Carreto Cuevas -de 15, 21 y 25 años respectivamente- en un reten a la entrada de Chilapa de Álvarez, Guerrero.
Desde entonces su padre, Bernardo Carreto González de 49 años, comenzó una búsqueda que sólo culminaría con su muerte o la aparición de sus hijos. Bernardo pertenecía a la Comisión de los Desaparecidos en Chilapa, un grupo de familiares de 30 personas desaparecidas que luego se constituiría como la asociación civil Siempre Vivos. Cada miércoles realizaba una reunión con familiares de víctimas para buscar a sus seres queridos y exigir a las autoridades dar con su paradero.
Además de a sus tres hijos, también buscaba a dos familiares más: Crispín Carreto González de 39 años, y a su hijo Samuel Carreto Vázquez, de 15.
Este 21 de diciembre, Bernardo fue asesinado. Viajaba en su camioneta en la carretera Chilpa-Lodo Grande cuando cuatro hombres armados le dispararon frente a su esposa y nueras, cerca de la comunidad Tepozcuautla, a 15 minutos de la cabecera municipal.
Con él, son siete los integrantes de la familia que han muerto a manos del crimen organizado. Y también con él son 30 las personas asesinadas ese lunes en diferentes partes del estado.
Bernardo se reunió en dos ocasiones con el gobernador Héctor Astudillo Flores y con el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez. La última vez le ofrecieron enviar en enero de 2016 una iniciativa al Congreso del Estado para la creación de una Comisión Especial para investigar las desapariciones ocurridas en mayo pasado durante la irrupción de pobladores armados del sur del municipio.
Integrantes del movimiento de desaparecidos han denunciado que desde 2014 se han registrado al menos 57 casos de desaparición y más de 200 homicidios, tan sólo en Chilapa de Álvarez.
Con información de El Sur de Acapulco, Sin Embargo.