Difieren peritos de Universidad de Innsbruck y peritos argentinos sobre identificación de Jhosivani

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) difiere de especialistas de la Universidad de Innsbruck que argumentan la existencia de evidencia moderada para afirmar que uno de las muestras encontradas en Cocula pertenece a uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, Jhosivani Guerrero de la Cruz.

 

En una comunicado emitido el día de ayer, el EAAF resalta que:

  • La nueva coincidencia genética, esta vez por vía mitocondrial, entre una muestra ósea recuperada de la bolsa que según PGR proviene del Rio San Juan y los familiares de Alexander Mora Venancio es complementaria y refuerza el dictamen de genética emitido en diciembre del 2014 por el laboratorio de Innsbruck. En esa ocasión, la coincidencia genética se obtuvo por ADN nuclear, con un resultado claro y con alta probabilidad de parentesco biológico. Hasta la fecha, es el resultado más importante de esta identificación.
  • La coincidencia genética por vía mitocondrial hallada por el laboratorio de Innsbruck entre la muestra recuperada de la bolsa que según PGR proviene del Rio San Juan y los familiares de Jhosivani Guerrero de la Cruz, es baja en términos estadísticos (una razón de verosimilitud de 73 indica que la coincidencia es 73 contra 1 más probable si se trata de Jhosivani Guerrero de la Cruz que otro individuo de la población general). Sin embargo, en un contexto de caso cerrado (por ejemplo, un accidente de avión con un listado claro de pasajeros que serían los únicos a encontrar en el sitio de recuperación de restos) y considerando que el laboratorio de Innsbruck estableció que cada una de las familias de los 43 normalistas desaparecidos tienen perfiles mitocondriales distintos entre sí, ese resultado podría tener un significado muy importante. No obstante, por el momento, nos encontramos ante un caso abierto en donde los dos sitios de recuperación de restos (el río San Juan y el Basurero de Cocula) son inciertos y problemáticos.

Ante las declaraciones del EAAF, Walther Parson,  jefe del Laboratorio del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck argumenta que “la muestra de los fragmentos óseos del estudiante Jhosivani Guerrero coincidieron con las de su madre, únicamente a través de la implementación de un novedoso estudio tecnológico y científico llamado Captura de Primera Extensión de Secuenciación Masivamente Paralela (PEC MPS) que se aplicó en este caso, por el grado de especificidad que se requería ante el nivel de degradación de las muestras enviadas al laboratorio” y que “el método está científicamente probado. Los resultados son correctos. Obtuvimos un resultado que es idéntico al ADN de la madre del segundo estudiante”.

 

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