Sheinbaum arranca obras del Tren Maya de carga: motor para el desarrollo económico del sureste

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio el banderazo de salida a las obras de infraestructura del Tren Maya en su modalidad de carga, apostando por consolidar un nuevo motor de desarrollo para el sureste mexicano. Desde Progreso, Yucatán, Sheinbaum subrayó que este nuevo impulso ferroviario no sólo complementará la ruta turística del Tren Maya ya en operación, sino que potenciará el transporte de mercancías de forma más eficiente y sostenible a lo largo de todo el país.

Con una inversión histórica de más de 25 mil millones de pesos y bajo la ejecución del Agrupamiento de Ingenieros “Felipe Ángeles” de la Secretaría de la Defensa Nacional, el proyecto de carga prevé la construcción de 10 complejos logísticos, incluyendo cinco terminales intermodales en puntos estratégicos como Cancún, Palenque, Poxilá y Progreso. Esta infraestructura estará conectada a los mil 553 kilómetros de vía ya existente, reforzando la apuesta por el tren como un sistema moderno de movilidad económica.

El proyecto no sólo responde a un objetivo de eficiencia en el transporte: implica una transformación regional profunda. Se estima la creación de más de 26 mil empleos directos en dos fases de construcción que se extenderán hasta 2028, generando una dinámica económica sin precedentes para los estados del sureste. A ello se suma la ampliación del puerto de altura de Progreso, un proyecto paralelo que triplicará su capacidad de operación gracias a una inversión de 12 mil millones de pesos.

La ampliación portuaria, liderada por la Secretaría de Marina, permitirá recibir buques de hasta 80 mil toneladas de carga, duplicando la capacidad actual y posicionando a Progreso como una nueva puerta de entrada para el comercio internacional de la península de Yucatán. La estrategia conecta directamente con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, integrando al sureste en los principales flujos de mercancías del Atlántico al Pacífico.

En su discurso, Sheinbaum destacó la continuidad de la visión de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, pero puso su propio sello: ahora el Tren Maya no es sólo un emblema turístico, sino también una plataforma logística integral que multiplica el impacto económico. La mandataria también enfatizó el carácter sustentable del proyecto, al apostar por modos de transporte de menor huella ambiental que el tráfico carretero tradicional.

Durante su visita, la presidenta también inauguró la remodelación del Centro Cultural Ateneo Peninsular y el Museo del Tren Maya en Mérida, reforzando el vínculo entre el desarrollo económico y la promoción cultural. Asimismo, sostuvo encuentros con productores de miel en Chocholá, comprometiéndose a crear la marca “Miel del Bienestar” para impulsar la comercialización justa de productos locales.

Ante las críticas históricas contra el Tren Maya, Sheinbaum fue clara: “La obra es una realidad”, afirmó, recordando que en poco más de un año de operación, el tren ya ha transportado a más de un millón 200 mil pasajeros. Además, aprovechó para reivindicar su papel como la primera mujer en ejercer la Presidencia de México, con un mensaje firme contra los estereotipos de género.

La relación de Sheinbaum con Yucatán se ha fortalecido desde su llegada al poder, con tres visitas oficiales en seis meses. Más allá de los actos protocolarios, su presencia reafirma la apuesta estratégica de su administración por transformar al sureste no sólo en un corredor turístico, sino en un eje de comercio nacional e internacional.

El arranque de las obras de carga del Tren Maya no sólo extiende el legado ferroviario iniciado en la administración pasada; redefine el futuro del sureste mexicano como un polo económico de clase mundial. Lejos de representar un “proyecto aislado”, el Tren Maya de carga articula infraestructura, empleo, desarrollo social y comercio global bajo una visión de país que busca crecer equilibradamente, apostando por quienes históricamente habían quedado fuera del mapa del desarrollo.