Empresa tecnológica Resideo abrirá oficina en Aguascalientes con inversión millonaria

Aguascalientes vuelve a lucirse como anfitrión de inversiones extranjeras: esta vez, con la llegada de Resideo Technologies, una empresa estadounidense especializada en soluciones inteligentes para el hogar —porque claramente, el futuro no puede estar completo sin un termostato que te diga cómo sentirte en tu propia casa.

La compañía, desprendida en 2018 de la multinacional Honeywell, promete una inversión de más de 99 millones de pesos para instalar una oficina corporativa en el norte de la ciudad. Desde ahí, dará soporte a sus clientes de Estados Unidos y Canadá, lo que algunos podrían traducir como “atender llamadas en inglés con café de Oxxo y aire acondicionado gringo”.

Durante un encuentro lleno de sonrisas institucionales en el Palacio de Gobierno, la gobernadora Teresa Jiménez —con el entusiasmo de quien anuncia una nueva plaza comercial— celebró la decisión de Resideo, señalando que el estado ofrece “todas las condiciones para seguir creciendo”: seguridad, conectividad, productividad y universidades que, según ella, educan justo a la medida del mercado. Una visión que, sin duda, hará llorar de alegría al neoliberalismo más ortodoxo.

La gobernadora aprovechó también para repetir su mantra sobre la diversificación económica. En esta ocasión, la lista de deseos incluyó tecnologías de la información, semiconductores, energías limpias y electromovilidad. Todo muy 2025, todo muy Silicon Valley… sin necesidad de estar cerca del mar ni tener unicornios tecnológicos propios.

La instalación de esta nueva oficina de Resideo —más corporativa que industrial, por cierto— no sólo representa la inyección del capital millonario, sino la generación de 150 empleos “altamente calificados”. Aunque no se especificó si esos perfiles requeridos vendrán del vasto y versátil ejército de egresados locales o si se buscarán talentos más externos que internos, lo cierto es que los puestos apuntan a áreas como atención al cliente y marketing. Es decir, tareas clave en el universo del “customer experience” que Resideo vende como su especialidad.

Kirk Klopfenstein, vicepresidente de Experiencia del Cliente (sí, ese es su título real), aseguró que la nueva sede se enfocará en brindar soporte, desarrollar estrategias de marketing y otros servicios que seguramente serán de gran importancia para quienes no saben cómo programar un termostato sin llamar al soporte técnico.

La visita al Palacio de Gobierno fue todo menos discreta: asistieron funcionarios de alto rango, como el secretario de Desarrollo Económico, Ciencia y Tecnología (Sedecyt), Esaú Garza de Vega, y su subsecretario Jorge Andrade. Del lado de la empresa, además del vicepresidente Klopfenstein, se presentó Laurie Latil, director de Soporte al Cliente y Producto, y Fernando Ramírez, Site Leader de la región San Luis Potosí – Aguascalientes. Un despliegue corporativo lo suficientemente amplio como para dejar claro que esto no es sólo un anuncio de cortina: es parte de un juego mayor.

La cereza sobre el pastel es que, mientras aún hay incertidumbre sobre asuntos como los aranceles, la instalación de Resideo avanza sin titubeos. Porque si algo hemos aprendido es que en el mundo de los negocios globales, un contrato de inversión siempre es más importante que un tratado comercial claro.

Por supuesto, esta llegada no se da en el vacío. La narrativa local ha insistido con ahínco en que Aguascalientes es el paraíso de las inversiones. Una tierra prometida donde los inversionistas no sólo encuentran condiciones ideales, sino un ecosistema completo listo para servir. Lo que no queda del todo claro es si estos beneficios también se traducen en mejores condiciones para los trabajadores locales o si, como en otras ocasiones, lo que se presume como modernización no es más que una nueva cara del outsourcing glorificado.

Lo cierto es que Resideo no está montando una fábrica ni un centro de innovación disruptiva, sino una oficina corporativa. Y aunque eso pueda sonar menos glamuroso que una planta de semiconductores, en el lenguaje de los gobiernos estatales toda inversión extranjera es bienvenida, especialmente si se puede traducir en boletines de prensa, hashtags institucionales y fotos de protocolo con empresarios de traje.

Al final, lo que queda es una nueva apuesta por convertir a Aguascalientes en un destino para el capital transnacional con sonrisa de “sí se pudo”. Y mientras tanto, la gente común —la que sí vive en hogares que requieren seguridad, confort y purificadores de aire— esperará que algo de ese confort empresarial se derrame más allá de las paredes climatizadas de una oficina.

Porque si algo nos ha enseñado esta época de “soluciones inteligentes”, es que a veces, lo más inteligente sería preguntarnos a quién de verdad están solucionando la vida.