El rechazo a la ley que permite a Fuerzas Armadas contener migrantes en México

Con anterioridad hemos hablado en Tercera Vía del rol de México como un país hostil para los migrantes, en contraste e ironía con las quejas de autoridades hoy en el poder respecto al trato de los mexicanos que cruzan ilegalmente la frontera hacía Estados Unidos.

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Ante este clima de violencia y brutalidad, resultan peligrosas iniciativas recientes que buscan blindar más a las fuerzas humanas ante un trato discrecional contra los migrantes. Por ejemplo, las reformas planeadas para la Ley de Migración, que busca dar facultares al Ejército y Marina “para que coadyuven con la Guardia Nacional  para contener la ola migratoria”.

En vista de lo que eso representaría la diputada federal Elvia Martínez Cosío emitió una carta pública dirigida a la Senadora Judith Fabiola Vázquez Saut:

Debe saber que ya resulta verdaderamente preocupante que un cuerpo armado esté realizando funciones de contención de flujos migratorios, actividad ajena a sus facultades y que expone a las personas migrantes a el uso excesivo de la fuerza de este tipo de agrupamientos.

Al interior del país, diversos sectores, legisladores, juzgadores, defensores de los derechos humanos, organizaciones no gubernamentales, organizaciones civiles e instituciones han expresado su preocupación por el amplio despliegue de elementos de la Guardia Nacional realizando funciones distintas a las que por ley les corresponden.

Su propuesta legislativa indudablemente denota su falta de sensibilidad, empatía y conocimiento por el respeto a los derechos humanos de todos los migrantes, respeto que el Estado Mexicano está obligado a cumplir tanto por el artículo 1° de nuestra Carta Magna, como por todos los Tratados Internacionales de los que es parte

En ese sentido, el dar atribuciones al ejército equivaldría a violentar los tratados internacionales y los derechos humanos que están por encima de cualquier circunstancia, por lo que, de ninguna manera el trato hacia los migrantes puede llevarse a cabo por parte del ejército mexicano hacia las personas que históricamente ha quedado demostrado migran por necesidad o porque sus países no les han dando las oportunidades que están requiriendo y eso es un derecho humano, un derecho esencial, un derecho que les permita buscar un lugar que les dé y genere lo que establece la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es decir, un espacio de armonía y de seguridad, donde tengan cabida todos aquellos que quieran respetar la ley; lo que debería proponer Senadora es un espacio que les dé un permiso temporal para que puedan reintegrarse a la sociedad.

Por ello, si bien existe un margen de discrecionalidad en la política migratoria que implemente el Estado Mexicano, ésta debe llevarse de conformidad y con estricto apego a los derechos humanos, especialmente en el caso de grupos vulnerables como lo son las personas y menores de edad migrantes.

El desconocer un tema nos obliga a investigar o pedir asesoramiento a los expertos, comités o caucus pertinentes, los cuáles pueden ayudar o guiar a una solución que no vulnere a nuestros propios  connacionales en el mundo.

Esperando recapacite y retire su propuesta, me despido.

Más allá de la carta la legisladora por Movimiento Ciudadano apuntó lo siguiente:

Esta iniciativa es una bofetada a las y los migrantes mexicanos que se encuentran en otras naciones, como en Estados Unidos, donde luchan por el reconocimiento de sus derechos.

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