A propósito del PES: No existen los Community Managers

México Manchado es una columna regular de Francisco Trejo

El Partido Encuentro Solidario, en su segundo chance en la vida, tuvo sus momentos más relevantes una vez que estuvo desahuciado por el INE.

No por algún cambio de último momento sino por la intervención en su cuenta de Twitter por alguien que -se asume- fue un miembro enojado de su equipo de comunicación, que además tenía control total sobre accesos de dicha plataforma.

En mi década de experiencia en el tema, he notado que los clientes de comunicación en medios digitales han evolucionado para bien y para mal:

• Se pasó de pensar erróneamente que áreas de sistemas o TI debían encargarse “de eso de las redes [sociales]” a la híper especialización…en empresas grandes.
• Pasamos del Social Media Expert al Social Media Manager, al Community Manager al Social Media Editor.
• Social se volvió el canal más grande de comunicación para cualquier empresa o instituto. Yo pongo WhatsApp como un rubro aparte, pero diría que el número de personas que buscan respuestas donde no deben dentro de plataformas (comentarios de Facebook, mensajes instantáneos o directos) rivaliza con aquellos que mandan WhatsApp con dudas que más bien deberían ser por correo electrónico o llamadas.
• Está el Sobrinity Manager, en empresas sin mucho presupuesto, no falta el familiar joven o sin algún otro talento que “como está mucho en Face” se asume que sabe del tema. Usualmente sin mucho éxito.
• Community Manager, como lo entiende la sociedad, es un término anacrónico. Hoy en día, sería -literalmente- alguien encargado de la gestión de una verdadera comunidad digital. Por ejemplo, alguien encargado de promociones para suscriptores o un administrador dentro de un grupo cerrado de personas con intereses afínes. Ejemplo práctico: un moderador en un foro de gastronomía japonesa.
• ¿Es Community quien publica en Facebook? No, y no necesariamente. Si acaso, será quien contesta los mensajes privados y atiende ventas o redirige con las personas necesarias.

Otras percepciones erróneas abarcan que el Community (que no es Community) tiene el poder de lograr lo que sucedió en el PES: bloquear la entrada a su cuenta de Twitter a un partido político nacional.

Para ponerlo en realidades: he apoyado a restaurantes pequeños en su comunicación digital y ni siquiera ahí puedo superar un acceso con identificación 2FA. Los dueños son muy celosos de que tomes sus cuentas. ¿Por qué el PES habría de dejar su destino en un simple password que no pudieran anular con un celular de un funcionario del partido? Tal vez, por brutos, pero es improbable.

Entonces, el famoso hacker o quejoso héroe de internet, es un proveedor de alto rango e incluso con ligas dentro de la dirigencia del partido. No el cliché del CM veinteañero al que le dan 8 mil pesos.

Para terminar, comprendo que varios usuarios en Twitter sienten su rush de dopamina al opinar que se volvió loco el CM como si conocieran de qué hablan, pero en realidad un proveedor con alto acceso actuó con dolo.

¿Fue genial? Por supuesto.

¿El PES merece eso? Merece desaparecer de nuestras memorias, pero peor es nada.

En resumen:

• El Community Manager ya no existe, se transformó en una docena de profesiones específicas.
• No existe un CM ya que he sido proveedor de negocios locales donde todos y hasta el perico tienen entrada y pueden publicar. En el caso del PES seguro había decenas de administradores de Facebook.
• Es improbable que el PES haya dejado “en manos del becario” su escaparate al mundo. Insisto, ni el restaurante más pinchurriento hace eso hoy en día.
• Si sucediera, que un negocio deja su principal canal de comunicación a manos de un becario, sería terrible.
• Todos creen que saben de redes, cuando cada giro y rubro es un mundo. Es un área sobre especializada, y en un mundo ideal el diseñador sólo produce su material, el copy sólo escribe y ni siquiera deberían saber “del algoritmo” o de Social Bakers, así como los especialistas en pauta no deben conocer un pepino de diseño. Así como un CM en realidad sería un coordinador editorial para el escaparate o un verdadero gestor.

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