Seguir estas recomendaciones de la OMS reduce un 16% el riesgo de muerte
En esta época donde nuestros hábitos también determinan en parte nuestra respuesta a enfermedades como el Covid-19 o la Influenza, se ha recalcado la importancia del autocuidado. Una ecuación que se resuelve sobre todo con una buena alimentación y el incremento de nuestra actividad física. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, como caminar rápido o bailar, por ejemplo, o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana como correr u otros deportes.
Y ahora un estudio ha demostrado que seguir esas recomendaciones de la OMS reduce el riesgo de mortalidad en un 16 %, el riesgo de mortalidad cardiovascular un 27% y de accidentes cardiovasculares en un 12 %. El trabajo también revela que al multiplicar por cuatro la práctica de estas recomendaciones se obtiene el máximo beneficio, pero por encima de esta cantidad no se observa ningún beneficio adicional. Por encima de esta cantidad, no se observa ningún beneficio adicional.
Como explica Albert Clarà, primer firmante del estudio “la pregunta concreta que queríamos responder era, ¿cuál es la cantidad mínima y la cantidad máxima de actividad física para optimizar los beneficios sobre la salud cardiovascular?”.
64 tipos de actividades para personas entre 25 y 79 años
El estudio ha hecho un seguimiento de 11.158 personas durante más de 7 años, todas procedentes del estudio REGICOR. Los datos de la actividad física de los participantes, personas de entre 25 y 79 años, se recogieron con unos cuestionarios validados, en los cuales se especificaban hasta 64 tipos de actividades, y se hizo seguimiento de los participantes.
Los accidentes cardiovasculares y la mortalidad (863 personas murieron durante el estudio), se identificaron con estos seguimientos y con el cruce de datos con el programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (PADRIS), del Departamento de Salud de la Generalitat.
Helmut Schröder, uno de los firmantes del estudio, ha apuntado que “los resultados del estudio indican que la práctica de actividad física de intensidad moderada-vigorosa se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de mortalidad”.
En este sentido, Jaume Marrugat, otro de los coautores ha destacado que los resultados más interesantes son “que el beneficio ya se observa con dosis pequeñas de actividad física. Seguir las recomendaciones actuales de la OMS se asocia con una reducción del riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares del 12 % y de morir del 16 %”. A la vez, “el beneficio máximo se observa al multiplicar por 4 la práctica de estas recomendaciones, sin que se observe un beneficio adicional al incrementar la actividad física por encima de este nivel”. No se observaron diferencias por razón de edad o de género.
Promover un estilo de vida saludable
Se calcula que la falta de actividad física es la responsable del 6% de las enfermedades cardiovasculares, del 7 % de la diabetes y del 9 % de la mortalidad prematura. Ante esto, los resultados del estudio liderado por Roberto Elosua, último firmante del trabajo, le llevan a destacar “la importancia de promover un estilo de vida saludable que incorpore la práctica de actividad física para la prevención de las enfermedades cardiovasculares”.
Los autores indican que “la práctica de actividad física no solo es una decisión individual, sino que también exige el compromiso de los organismos e instituciones públicas, para facilitar el acceso a la población a entornos donde se puedan realizar fácilmente estas actividades, tanto en entornos urbanos cómo rurales”.
Con información de la Revista Española de Cardiología y Agencia SINC