#UnDíaSinAguaNosotras
Se avecina el día internacional de la mujer y con ello el día del paro 9M en el que las mujeres nos organizamos para hacer notar que al parar nosotras para el mundo. Las mujeres en América Latina y el Caribe nos encargamos de realizar 77 % del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que incluye el suministro del agua para para el cuidado personal de los integrantes de las familias y para las labores domésticas.
Desde hace ocho años que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho humano al agua y saneamiento, asimismo determina que el Estado deberá garantizarlo. Sin embargo, el marco legal federal del sector hídrico, La Ley de Aguas Nacionales, no ha sido modificado en sintonía. Hace falta voluntad política y se carece de perspectiva de género.
De continuar esta situación, la población más afectada seguirá siendo las mujeres que, por medio del uso del tiempo que destinan al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado subsanan la falta de acceso suficiente, continuo y asequible al agua potable.
Desde el espacio privado, las mujeres construyen estrategias individuales y también colectivas para reunir el agua necesaria para beber, para el baño del bebé, la limpieza de la casa y el lavado de la ropa de la familia. Almacenar, recolectar, tratar y velar por el buen uso del agua al interior de las viviendas es un trabajo invisibilizado que realizan especialmente las mujeres más pobres que habitan los polígonos con peores condiciones de servicios públicos en las ciudades y zonas rurales.
Por si fuera poco, las mujeres no somos autoridad para decidir sobre el uso del agua en igualdad con los hombres. Por ejemplo, en zonas rurales del país se detecta que apenas un 25 por ciento de los ejidatarios dueños de la tierra son mujeres, lo que está directamente asociado a su escasa participación con voz y voto en las Asambleas Ejidales. Tampoco es casualidad que desde que se creó la Comisión Nacional del Agua, a finales de 1989, apenas en 2018 se haya designado a una mujer al frente de la institución.
Cuando decimos que si paramos nosotras para el mundo es porque sostenemos las actividades sociales más sustanciales para la vida. Un día sin nosotras significa un día sin agua para millones de hogares en el país.
SOBRE LA AUTORA
Doctora en estudios urbanos y ambientales por El Colegio de México; zamsant@gmail.com