Conoce a la niña chiapaneca e inventora, de 8 años, reconocida por la UNAM
Una niña chiapaneca de 8 años recibió un reconocimiento del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM por su creatividad y capacidades ingenieriles, ya que inventó un calentador solar en el ánimo de atender una de las necesidades apremiantes de su comunidad.
Desde septiembre del 2018, Excélsior había reportado que Xóchitl Guadalupe Cruz había ideado el proyecto Baño Calientito (insistimos, a sus ocho años) con materiales reciclados y replicando las funciones de los calentadores solares comerciales. Dice la nota:
Xóchitl desarrolló el proyecto ” Baño calientito” hace cuatro años, el cual consiste en un calentador de agua con materiales reciclados pero que sólo tiene capacidad para 10 litros de agua y una temperatura de 40 grados centígrados, por lo que este 2018 estudiantes y docentes encabezados por el doctor Neín Farrera decidieron cristalizar el sueño de la pequeña y con base a su idea fabricar el calentador pero con una capacidad de 65 litros y que eleve la temperatura por encima de los 70 grados centígrados.
El porqué de su iniciativa tiene un trasfondo social: en su comunidad las personas de más bajos recursos ni siquiera imaginan instalar gas en sus hogares y requieren cortar leña y quemarla para bañarse con agua caliente. Entonces, Xóchitl ideó Baño Calientito para apoyar en esa necesidad específica.
Desde los cuatro años, la menor ha demostrado una capacidad en ingenierías y creatividad que ahora es reconocida por la UNAM. Su caso ha sido retomado por la agencia EFE:
Xóchitl narró que, entre otros proyectos, ha construido un calentador solar de agua para su propio domicilio, cuyas partes señaló: dos puertas de cristal, mangueras para la salida del agua que conecta con todos los botes, una que comunica con el rotoplas (tanque de agua), y botellas.
Relata que para su creación contó con la ayuda de su padre, porque necesitaba subir a una escalera sin protección -está instalado sobre el tejado de su casa- y a ella le daba miedo por ser “chiquita”. Además, la tarea de conectar los tubos demandaba a alguien que tuviera más fuerza.
Su reconocimiento en la UNAM es parte del Programa Adopta un Talento (PAUTA), coordinado por Jesús Iradier Santiago.