¡Co-creemos procesos abiertos de ciencia y tecnología por el bien común!
Un Manifiesto de Juan David Reina-Rozo
[juandax@riseup.net]
La ciencia y tecnología tradicionales se caracterizan entre otras cosas, por ser actividades cerradas donde solo participan “expertos/as” e “investigadores/as” educados/as en la formalidad de la academia, principalmente a nivel de estudios de posgrado, puedan ser estos de maestría, de doctorado o pos-doctorado. Así mismo, por concentrarse en productos, patentes y/o artículos en revistas internacionales, como objetivos finales pierde su sentido de ser medio para la creación de una sociedad saludable y autónoma. Sin embargo, esta visión de la construcción de la ciencia y la tecnología dista de la construcción del conocimiento como un proceso humano, abierto, colectivo, tradicional y sobre todo continuo que genere conocimiento libre.
Históricamente la ciencia y la tecnología han estado separadas de la sociedad en su conjunto. Desde torres de marfil y/o laboratorios descontaminados (en términos generales) se crean soluciones excluyentes, serviles al mercado, como un fin en sí mismo. Además, en estos espacios la co-producción de conocimiento y la materialización de sus resultados están frecuentemente en disputa. Por tanto, el objetivo de este manifiesto es realizar una invitación entorno a la urgente necesidad de co-crear procesos libres y amplios de ciencia y tecnología para el bien común, donde los sectores marginados y excluidos en diversas geografías y calendarios puedan participar activamente de estos.
Estos procesos, deben ser ideados colectivamente, tener una mirada a futuro, pero con los pies en el presente y puestos en práctica a través de la participación real de los individuos. La inclusión y participación no debe concentrarse solo a nivel consultivo y/o en una etapa del proceso, es apremiante que sean espacios abiertos y donde las diversas colectividades puedan tomar decisiones y acciones en el mismo. Estos deben ser pro-activos, de largo aliento y con diferentes objetivos para las comunidades involucradas entre ellos, pero no excluidos a la formación, la creación, la experimentación, la solución de problemáticas prioritarias y la exploración de oportunidades y anhelos en el territorio.
De estar manera, debemos fomentar que tengan en cuenta el diseño, la cultura, los conocimientos tradicionales y ancestrales, el entorno natural, las relaciones ecológicas y la capacidad de cada una de las personas para transformar su mundo y su realidad. Lo que se trata es de fortalecer la autonomía y auto-determinación de los pueblos para crear su propia ciencia y tecnología desde abajo y colectivamente. Así mismo, debemos ampliar e incluir a más protagonistas, tales como comunidades de base, movimientos sociales, activistas, hackers, hacedores/as (miembrxs del movimiento maker), estudiantes, organizaciones de la sociedad civil en redes auto-organizadas.
Priorizar recursos de base y auto-gestionados, movilizar motivaciones, afinidades y sueños comunes son necesarios para iniciar. Además de re-significar lugares para la co-producción de conocimiento, tales como talleres, carpinterías, cocinas, malokas, centros sociales, entre otros. Allí se llevan a cabo encuentros, charlas, discusiones, pero también son realizadas actividades científicas que aunque no siguen procesos formales, si son escenarias para la experimentación y la creación de nuevo conocimiento y de herramientas y tecnologías comunales de forma colaborativa.
La colaboración como eje fundamental de una Otra ciencia y tecnología, debe basarse en la solidaridad y la afectividad. Fortalecer la dinámica relacional entre los participantes y sus comunidades es la base de estos procesos, enfrentada a las dinámicas transaccionales contemporáneas del capitalismos neoliberal. Es esta medida, la generación de otras relaciones entre las personas y colectividades involucradas en estos procesos se transforma y por ende transforma sus resultados. Debemos crear senderos para caminar estos procesos, que cada paso aprendamos juntxs y cada avance se comparta con la humanidad y se tomen nuevas conciencias.
Es necesario abrir los espacios tradicionales en la academia, e incluso crear nuevas instituciones y organizaciones que cumplan con esta función de permitir que la sociedad en su conjunto participe y pueda generar diálogos de saberes inclusivos y transformadores. Por tanto, lo que a partir de este manifiesto defendemos es la oportunidad de co-crear procesos de ciencia y tecnología para el bien común, el buen vivir y el pluriverso. Es una invitación para ensayar, intentar, explorar, experimentar y prototipar un Otro mundo y por lo tanto una Otra ciencia y tecnología. Es una invitación para un decir-que-hace y senti-pensar nuevas/tradicionales formas de encontrarnos para conocer y crear juntxs.