Arrebol sobre el sureste: transición de estrategia económica
Por Dario Riva Palacio (@dariorp), Eduardo Mejía
Espíritus Animales es una columna recurrente de los autores en Vía Libre, nuestro vertical de opinión
Tirios y Troyanos reconocen la importancia del desarrollo de las regiones sur y sureste del país. El índice de Competitividad del IMCO muestra su rezago con respecto al Norte y el Bajío. Buscando reducir esta brecha, la pasada administración de Enrique Peña Nieto apostó por el establecimiento de 7 Zonas Económicas Especiales (ZEE).
Las ZEE son espacios geográficos que se delimitan para otorgarles preferencias fiscales y otro tipo de estímulos con el objetivo de atraer la inversión y fomentar el libre comercio, y se han aplicado en diferentes partes del mundo.
Como un caso de éxito, China, que venía de un modelo de planificación centralizada, las implementó a principios de los ochenta como herramienta para una paulatina apertura comercial y atracción de inversión extranjera directa en dichas regiones.
En el mismo periodo, la abrupta apertura de México al libre comercio se dio por recomendaciones de instituciones internacionales (como el FMI) a través del GATT y otros tratados comerciales.
Con la inercia neoliberal y una economía ya abierta, las ZEE en México se diseñaron buscando mayor apertura y desarrollo en estas regiones de bajo crecimiento. Se establecieron facilidades regulatorias, fiscales y laborales para seducir a la inversión privada.
Existen ciertos factores que pueden comprometer el éxito de las ZEE, como la infraestructura, la educación o la especialización. También han sido cuestionadas las políticas implementadas bajo el paradigma de una economía por goteo, que es aquella que apuesta a la oferta, pensando que el mercado redistribuirá la riqueza principalmente a través de la generación de empleos. El problema es que las condiciones actuales solo permiten empleos de baja remuneración y bajo contenido de valor agregado.
En la conferencia mañanera del pasado jueves 25 ante los medios de comunicación, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la desaparición de las ZEE. “El proyecto prometió desarrollar regiones pero no lo hizo” (…) “hicieron negocios, compraron terrenos y derrocharon recursos; no se benefició en nada”, sostuvo.
Esta decisión debe entenderse como un cambio de estrategia económica para la región. Ese pareció ser el mensaje del Gobierno durante el fin de semana pasado desde Veracruz y Oaxaca. La nueva administración plantea que el sur-sureste será abordado con proyectos como el Tren Maya, el corredor transistmico, las refinerías, y parques industriales. Para llevar a cabo estos proyectos, el gobierno dispondrá de los recursos que dejará de destinar a las ZEE. Esta nueva estrategia se podrá conocer completa en un par de días, ya que a más tardar el martes, el Gobierno entregará a la Cámara de Diputados el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 para su discusión y aprobación.
A cinco meses de la nueva administración, comienzan a verse los ejes por los cuáles se plantea un nuevo modelo de desarrollo, prometido desde la campaña, y que mantiene un respaldo significativo . Eso sí, desde ahora podemos despedirnos de las ZEE.