De Xalapa a Ítaca, historias sobre la migración en una obra experimental

A partir del mito griego de Ulises, quien pasó años en la guerra de Troya y tardó otros tantos en regresar a su morada, un grupo de jóvenes veracruzanas construyó el espectáculo teatral Ítaca, bitácora de viaje, que inició temporada en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.

Ítaca, bitácora de viaje es una puesta en escena que rompe las formas teatrales a partir de la necesidad de reflexionar en un tema: las migraciones, interiores y exteriores, pero con la fe y la esperanza del poeta griego Constantino Cavafis: “Cuando emprendas tu viaje a Ítaca / pide que el camino sea largo, / lleno de aventuras, lleno de experiencias…”.

La puesta en escena está a cargo de las compañías Tres Colectivo Escénico y Colectivo Área 51, de Xalapa, Veracruz, con dramaturgia y dirección de Saúl Enríquez. Las actuaciones son de Karina Eguía, Daniela Abella, Patricia Estrada y, alternando funciones, Karina Meneses y Ana Lucía Ramírez.

En el escenario, cuatro jóvenes actrices, en una verdadera competencia de talento, carisma y simpatía, cuentan cuatro historias de ausencia y deseos de volver: en la Alemania de la posguerra, en la fría Rusia, en Oklahoma en los años ochenta y un pequeño rancho en México durante 1950.

Como introducción, cada una cuenta solo el inicio de su historia a partir de la recolección de recuerdos y de objetos personales de cada personaje desplazado de su lugar de origen por una u otra razón. Pero el público, convertido en juez, decide el relato que debe salir del escenario, y así, al final, se conoce el desenlace de solo uno de ellos.

Para la escenificación, las actrices cuentan como apoyo con un proyector de imágenes donde el público puede ver algunas fotos y paisajes, una serie de cajones de madera a manera de equipajes, todos ellos pendiendo de cuerdas, que suben y bajan. Aquí el equipo creativo está conformado por Maribel Gómez Amezcua en el diseño de iluminación, Enriqueta Cerda en el diseño sonoro, Karina Erguía el vestuario y Yoruba Romero en la producción ejecutiva.

Pero, además, la participación del público es constante. De entre los asistentes se elige a quienes serán personajes de soporte para entablar breves diálogos con las actrices, entre el nerviosismo de los actores improvisados y la risa del resto del público.

Al final de la obra, las cuatro actrices refrendan el poema Ítaca, de Cavafis: “Ten siempre a Ítaca en tu mente. / Llegar allí es tu destino. / Mas no apresures nunca el viaje. / Mejor que dure muchos años / y atracar, viejo ya, en la isla, / enriquecido de cuanto ganaste en el camino / sin esperar a que Ítaca te enriquezca… / Ítaca te brindó tan hermoso viaje. / Sin ella no habrías emprendido el camino. / Pero no tiene ya nada que darte…”.

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El tema es los viajes de migración, desde un punto de vista personal. Todos tenemos alguna idea de ese fenómeno por experiencias de seres queridos o de uno mismo, y gracias a esos viajes estamos aquí y ahora. El abordarlo desde experiencias cercanas lo hace más entrañable, consideró la actriz Daniela Abella.

Y agregó: “La migración es, en un contexto más amplio, un problema global desde hace muchos años. En la obra abordamos varios casos, desde Berlín, Rusia y Estados Unidos hasta Veracruz, y esperamos que en la temporada el público comparta sus propias ideas y reflexionemos juntos. No siempre serán las mismas historias ni el final de la obra y eso permite la participación de los asistentes”.

El montaje pertenece al ciclo de Teatro Documental que lleva a cabo la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Sus funciones son los jueves y viernes a las 20, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, hasta el próximo 10 de febrero.

Información: INBA

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