Nancy Spero, pionera del feminismo en el arte contemporáneo, llega a México

Nancy Spero (1926-2009) abandonó la pintura en lienzo al considerar que este material representaba un espacio machista del arte, en el cual se marginaba a las artistas mujeres. Por lo cual, decidió plasmar su visión artística en el papel, medio en el que se concentró en crear un lenguaje pictórico femenino, relacionado con la fragilidad de este soporte.

El arte de esta pionera del feminismo actual llega por primera vez a México en la exposición Nancy Spero: Paper Mirror, una muestra que el Museo Tamayo del Instituto Nacional de Bellas Artes albergará entre sus muros hasta el 17 de febrero de 2019.

Compuesta por alrededor de 100 obras que dan testimonio de la totalidad de la trayectoria profesional de la artista considerada como una las primeras activistas del feminismo. Su última obra —creada en 2009—, la instalación Maypole: Take No Prisoners (Árbol de Mayo: sin tomar prisioneros), concebida para la Bienal de Venecia de 2007, está instalada en el patio central del recinto.

“Su carrera y formación empezó en Chicago. Es punto importante a destacar en referencia a su aproximación al arte, porque durante los años cuarenta y cincuenta existía una escuela que comenzó a realizar pintura figurativa y que fue un poco la contraposición al expresionismo abstracto que en ese momento era la forma dominante que se veía en New York”, indicó Andrés Valtierra, curador asociado.

En París, la artista desarrolló una serie de pinturas tituladas Black Paintings (Pinturas negras), las cuales son obras muy expresionistas y quizá también de alguna forma existencialistas, debido a que buscan reflexionar respecto a la existencia desde un punto filosófico. Estas obras tienen un espacio especial dedicado en el museo. 

Abandonar el lienzo

La artista consideró que el lenguaje de la pintura era demasiado convencional, demasiado institucionalizado. Quiso romper con el tema de los grandes lienzos de pintores-hombres del expresionismo en Nueva York, por lo que comienza a buscar la fragilidad del papel y lo efímero que puede llegar a ser. A partir de ahí, decide pintar únicamente en papel.

Cuando regresa a Estados Unidos, a mediados de los años sesenta durante la guerra de Vietnam, decide plasmar estos hechos con una serie de obras que tituló Obscenas, era su forma de describirlas. Busca imágenes muy agresivas para causar cierta reacción frente al público. En aquella época, Nancy Spero se posiciona como una de las artistas feminista clave en Estados Unidos.

Andrés Valtierra señala que una de las cosas que modifican la curaduría de la exposición es el cambio de formato y técnicas de Spero. “De pronto se enfoca en un tipo de obra en particular, es decir, va morfando eso de cierta apariencia a otra, lo cual siempre se reflejó en sus pinturas: la posibilidad política del arte y sus ideas políticas sobre sí misma”, explicó.

“Nancy Spero comienza también con el uso del texto, aparece como una constante. Para ella la frase en sí tenía una connotación lingüística, pero también la veía como un sentido de objeto, no como un componente visual en sí mismo”, afirmó el curador.

En su pieza Símbolos femeninos habla de la diosa egipcia del cielo, Nut, y de la loba del mito de Rómulo y Remo; ambas son figuras que tratan del origen, de la cosmología de una sociedad. “Spero habla de ese momento. Se imagina el cómo contar la historia de la humanidad a partir de la representación de la mujer. Busca reescribir en cierta medida la historia de la mujer”, finalizó Valtierra.

Las dos primeras salas de la exposición son cronológicas. Posteriormente, se aborda la arquitectura de la artista, alusiones constantes al lenguaje visual de occidente y la visión de la mujer como protagonista.

Con información del INBA