Juana María Naranjo #VocesVioletas
#VocesVioletas es un espacio semanal dedicado a compartir poesía escrita por mujeres de México y Latinoamérica.
Juana María Naranjo Zárate, nació en la Ciudad de México el 23 de noviembre de 1958. Es Poeta. Estudió la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM. Coordinadora de talleres literarios en INBA, CONACULTA, UAM, IMSS, DDF y diversas universidades del interior de la República, como las universidades: Benito Juárez, en Oaxaca y la Universidad de Ciudad Victoria, Tamaulipas, entre otras. Cronista de Azcapotzalco,1999. Miembro de la Sociedad General de Escritores de México, 1992.
Colaboradora de Aquilón en Baja California; Diario , Filipinas; Praia Grande, en Brasil; en el Financiero, de CDMX, el Sol en la Cultura, Excélsior entre otros. Parte de su obra ha sido antologada en: Cómo acercarse a la Poesía, 1992, Mujeres poetas en el país de la nubes, 2000. Antología del haikú hispanoamericano: Camino del haikú por la Torre de Lulio, 2004; Palomita al viento, homenaje a Dolores Castro 2013; Centinelas de la Palabra, Centro de Estudios de la Mixteca, 2013 y Tejedoras de Luz 2014. Obra de haikú: Mariposas de Luz, Praxis 1993; Llovizna indeleble, Praxis 1995; Sable al silencio, Praxis 1996; Privilegios del alba, Praxis 2000 y Aura en la retama, Praxis 2003.
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Las tejedoras de la luz
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I
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Las tejedoras de la luz
abren cielos índigos
en la memoria de los tiempos,
arrancan sortilegios
a la penumbra;
y resurgen
del corazón de la sombra,
en el cieno guardado de los siglos
donde levantan
nenúfares blancos
y esplendores,
en el silencio
de sus pasos.
Desbordan
su voz
bermellón
en acantilados
Escucha nuestro podcast
y peñascos.
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II
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Las tejedoras de la luz
suben
hasta el fustigo
enmudecido
de una estrella,
amazonas alevosas
que prestigian
los derechos de la cigarra,
inmaculadas magnolias
que refulgen
hasta en montañas oscurecidas
de impunidad
si cantan.
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III
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Cuando escriben,
crecen sus alas
de matriarcas
y llevan
en las palmas
de sus manos el sol acrisolado
para tejer
sombreros
con verdades florecidas.
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IV
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Las tejedoras de la luz
urden campiñas
de hombres nuevos
de raíces firmes y convicciones
más allá de la oscura edad,
de la oscuridad
en el claro de la sabinera
donde siembran
senderos de esperanza;
y para siempre cosechan
botones de luz
en las miradas
de la gente del pueblo.
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V
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Las tejedoras mujeres de luz
fluyen,
desde blancas cascadas
luciérnagas de las setecientas ráfagas,
en anchurosos ríos
de nítidos cauces;
pregoneras
en las contiendas
de la paz.
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VI
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Las tejedoras de la luz
abren furgones
de libertad;
son pioneras
en barbechos
del sueño de las ceibas,
incitadoras
de las espigas póstumas,
y aflorar los pensamientos
de los niños
más allá de las espinas,
con palabras
guarecidas en capullos;
en urdimbres de crisálidas
fulgor y alas,
fontana del tiempo
tan diáfana.
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VII
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Las tejedoras de la luz
remozan aljibes
y poemas recién nacidos
del agua clara;
en esplendores
y soles nuevos
para los hombres,
revelan el arcano
que guardan en sus manos
las hilanderas de palabras
son mujeres
tejedoras de la luz.
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Viernes 7 de noviembre del 2014.
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