Descubren en Oaxaca los milenarios restos de un elefante
A Raúl Pérez Vega le gustan las piedras, las levanta continuamente de su camino, conoce de ellas. Aprendió a distinguir los restos fósiles desde que trabajó en el Servicio Geológico Mexicano, hace casi una década, haciendo el levantamiento de la cartografía del distrito de Ejutla.
Por ello, cuando en el camino encontró un hueso de un animal desconocido, lo levantó. Metros adelante vio una mandíbula que se “asomaba” por entre la creciente del río, tomó fotografías y las coordenadas del hallazgo.
La certeza de haber encontrado algo extraordinario lo llevó a buscar en un grupo de Facebook a expertos, fue así como contactó al doctor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Carlos Castañeda Posadas, a través del grupo Dinosaurios gigantes —animales prehistóricos— paleontología, quien lo puso en comunicación con el doctor en ciencias de la Universidad del Mar, Eduardo Jiménez Hidalgo.
Con las fotografías que Raúl envió, el biólogo de la Umar, campus Puerto Escondido, pudo confirmar la relevancia de lo encontrado y el 11 de mayo, autoridades municipales, paleontólogos y el trabajador de la minera Cuzcatlán —ubicada a unos ocho kilómetros de la población— acudieron al paraje conocido como El Palenque.
“Los restos encontrados en San Martín de los Cansecos pertenecen a un animal prehistórico que vivió durante la Era del Hielo, identificado como gonfoterio del género Cuvieronius, parientes lejanos de los elefantes actuales”, explica Jiménez Hidalgo, quien es integrante nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Y añade que la mandíbula fragmentada, una costilla, una escápula y un fragmento pélvico se encuentran actualmente en estudio para establecer la edad, el tipo de alimentación y otras características que permitirán un mayor conocimiento del ejemplar que, asegura, vivió en la zona hace por lo menos 10 mil años atrás.
Luego de efectuar las pruebas correspondientes y estabilizar las piezas para evitar su deterioro, asegura, serán devueltas a la localidad en un periodo de tres meses, para que puedan ser exhibidas.
Los huesos
A 54 kilómetros al sur de la capital oaxaqueña se encuentra ubicada San Martín de los Cansecos, una población con apenas 851 habitantes, la mayor parte de los cuales se dedica al cultivo de maíz, frijol y tuna, o son trabajadores de la minera Cuzcatlán, localizada en el municipio vecino de San José del Progreso.
Raúl vivió en esta localidad durante su juventud, ahí estudió la primaria y la secundaria, hasta que migró a Estados Unidos de Norteamérica, donde trabajó desde 2004 hasta 2009, para después regresar y formar una familia con Irma García Antonio.
El miércoles 2 de mayo, en su día de descanso, decidió recorrer los campos por los que pastaba a su ganado cuando era niño. Buscaba piedras volcánicas para unas orquídeas que había comprado y que leyó, tenían mayores posibilidades de crecer si se les colocaba al fondo de la maceta este tipo de rocas.
En el camino, recuerda su esposa, se encontró con un hueso que más bien parecía una piedra. En el paraje conocido como El Palenque, la familia tomó un descanso, cerca de una represa en la que Raúl jugaba con sus amigos en la época de su infancia, y ahí “los huesos lo encontraron a él”, asegura Irma.
“Ahora que hemos escuchado a otras personas, nos dicen que los vieron, que llevaban tiempo ahí asomándose, pero Raúl que conoce y que le gusta investigar fue quien insistió en saber de qué se trataba”, refiere la joven dedicada a la apicultura.
Prospección de fósiles
En la falda del cerro donde realizó el hallazgo, Raúl, su esposa y su compadre Miguel Pérez Martínez vuelven a la búsqueda.
Los pobladores ponen atención en las piedras de este terreno formado por rocas volcánicas y sobre las cuales existen sedimentos aluviales, de acuerdo con la descripción efectuada por el especialista de la Umar, y nuevamente encuentran huesos curvos.
El investigador de la Universidad del Mar sostiene que en un futuro efectuarán una prospección de fósiles en la región con el apoyo de las autoridades municipales. Además, debido a que la institución participa en el Consejo de Paleontología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), coordinan esfuerzos para el registro de las piezas encontradas.
“En Oaxaca hay un extenso registro fósil que ha sido estudiado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Laboratorio de Arqueozoología del INAH y la Umar. También los estudiantes de biología de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) han desarrollado algunas tesis al respecto”.
Y añade que en el estado se han hallado piezas de los periodos Carbonífero, Jurásico, Cretácico, Paleógeno, de la época del Mioceno y del periodo Cuaternario, que es donde está incluido el Pleistoceno.
“Se han encontrado diversos restos de animales marinos y continentales, como por ejemplo, trilobites carboníferos, tortugas y reptiles marinos jurásicos, gasterópodos y bivalvos marinos jurásicos y cretácicos, mamíferos y reptiles continentales del Paleógeno; mamíferos del Mioceno y una gran variedad de mamíferos pleistocenos: como bisontes, camellos, caballos, tapires, perezosos terrestres, mamuts, gonfoterios y roedores”.
Con información de Agencia Conacyt.