Rescatan poemas inéditos de Leopoldo María Panero, el último poeta maldito
El nombre del último de los poetas malditos vuelve al panorama literario actual con 'Los papeles de Ibiza 35', un conjunto de textos rescatados por uno de los sobrinos del escritor.
Aseguran los críticos literarios que la obra de Leopoldo María Panero es una de las más originales y contundentes de la poesía española del último cuarto de siglo. Tras su fallecimiento en 2014, la estela de lo maldito desapareció del panorama literario actual. El poeta dejó una basta producción poética, que inició en en 1968 con la publicación de su primera plaquette. Ahora, a esta obra se suma Los papeles de Ibiza 35. Un conjunto de textos rescatados por uno de los sobrinos del escritor.
La visión desencarnada de las miserias del subconsciente, desde una escritura radical y heterodoxa, alejada de todo tipo de modas inocuas, caracteriza la obra poética de un autor comprometido con exponer su demonios interiores. Leopoldo María Panero vivió en de entrada por salida en hospitales psiquiátricos, enfermo por el abusos de drogas y con una sensibilidad existencial que lo convirtieron en el último poeta maldito.
Los papeles de Ibiza 35, publicado por la editorial Bartleby, alude a la dirección del domicilio familiar de los Panero. El libro está compuesto por poemas que fueron entregado a Javier Mendoza, hijo de Sisita García Durán, la segunda mujer de Michi Panero (el hermano pequeño de Juan Luis y Leopoldo María, hijos del también poeta Leopoldo Panero).
En el prólogo Mendoza explica que Michi Panero le entregó unas carpetas con diferentes poemas, cuentos y ensayos escritos por los Panero, hace 20 años atrás. En 2017, la editorial Bartleby publicó una antología de cuentos inéditos de Michi Panero extraídos de dichas carpetas, el título de ese libro es Funerales vikingos.
Los textos agrupados en Los papeles de Ibiza 35 pertenecen a la primera etapa del poeta, periodo comprendido entre 1968 y 1983. Época en que Felicidad Blanc, la madre de Panero, lo obligó a marcharse de casa. Alejado del seno familiar, el poeta libérrimo de los novísimos, comenzó así la búsqueda de sus estímulos creativos. Esa época también coincide con su proyección como poeta, pues en 1970 el crítico José María Castellet lo incluyó en la celebrada antología Nueve novísimos poetas españoles.
El hecho de que estos escritos hayan permanecido por mucho tiempo perdidos se puede explicar tal vez a la vida azarosa que el poeta llevaba por aquel entonces o al rechazo del estilo de sus primeras composiciones.
Con información de El País.