11 minutos de meditación ayudan a controlar la adicción al alcohol

Un breve entrenamiento en estrategias de meditación (mindfulness) podría ayudar a los bebedores intensos a reducir el consumo de alcohol, encuentra un nuevo estudio de UCL.

Después de una sesión de entrenamiento de 11 minutos y el estímulo para seguir practicando este tipo de meditación durante una semana -que consiste en centrarse en lo que está sucediendo en el momento presente- las personas tratadas ​​bebían menos que aquellos que recibían técnicas de relajación.

“Encontramos que un ejercicio muy breve y simple de mindfulness puede ayudar a los bebedores a reducir su consumo y los beneficios se pueden ver con bastante rapidez”, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Sunjeev Kamboj (UCL Unidad de Psicofarmacología Clínica). Los investigadores realizaron el estudio con 68 personas que beben bastante pero no al punto de tener un desorden con el consumo de alcohol.

La mitad de ellos fueron entrenados para practicar el mindfulness, que enseña una mayor conciencia de sus sentimientos y sensaciones corporales, para que presten atención a los antojos en lugar de suprimirlos. Se les dijo que al notar las sensaciones corporales, podían observarlas como acontecimientos temporales sin ser controlados por ellas. El entrenamiento fue entregado a través de grabaciones de audio y sólo duraba 11 minutos. Al final de la capacitación, se animó a los participantes a continuar practicando dichas técnicas durante la siguiente semana.

alcohol

A la otra mitad se les enseñó estrategias de relajación, elegidas como una condición de control que parecía ser tan eficiente como el ejercicio del mindfulness. El estudio fue doble ciego, lo que significa que ni los experimentadores ni los participantes sabían qué estrategia se estaba administrando.

“Utilizamos un diseño experimental altamente controlado, para asegurar que no habría variaciones en la explicación sobre los beneficios del entrenamiento en la meditación mindfulness”,  dijo el autor Tom Freeman (Senior fellow de la Sociedad para el Estudio de la Adicción). La idea era eliminar la posibilidad de autoengaño en las personas que suelen creer que se trata de un mejor tratamiento.

El grupo mindfulness bebió el equivalente aproximado a tres tarros de cerveza menos en comparación con la semana anterior al estudio, mientras que no hubo una reducción significativa en el consumo de alcohol entre los que habían aprendido las técnicas de relajación.

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“Practicar la atención plena [mindfulness] puede hacer que una persona sea más consciente de su tendencia a responder de manera impulsiva”, dijo el Dr. Kamboj.

Los problemas severos del alcohol son precedidos a menudo por patrones de alto consumo que llegan al nivel del alcoholismo, así que los investigadores están esperanzados en que el mindfulness ayude a reducir el consumo antes de que se desarrollen problemas más graves.

“Algunos podrían pensar que el mindfulness es algo que se aprende correctamente en mucho tiempo, por lo que nos parece alentador que la formación limitada y el estímulo limitado tengan un efecto significativo para reducir el consumo de alcohol”, dijo la coautora Damla Irez.

“Esperamos que otros estudios reproduzcan nuestros hallazgos y proporcionen más información sobre cómo el entrenamiento de atención plena podría ser más efectivo”. Nuestro equipo también está estudiando cómo estas prácticas pueden ayudar a las personas con problemas en el uso de otras sustancias”, dijo Shirley Serfaty (del departamento de Psicología Clínica, Educativa y de Salud de la UCL).

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