Ximena Cobos Cruz #VocesVioletas
#VocesVioletas es un espacio semanal dedicado a compartir poesía escrita por mujeres de México y Latinoamérica.
Ximena Cobos Cruz, nació en 1988 en el D.F. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la FFyL de la UNAM; actualmente estudia Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y se dedica a dar clases.
Algunos de sus trabajos se pueden encontrar en La Rabia del Axolotl, Puf!, Rojo Siena, Operación Marte, Revista Marabunta, El coloquio de los perros, entre otras.
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Untitled track n. 2
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Los traseros… el día,
el sexo… los autos nuevos,
un atardecer… el nacionalismo,
la escuela…. los vientos del Este,
la identidad…. la suela de mi zapato,
un perro aplastado,
los animales salvajes,
las personas inconclusas
el pasado, el dolor,
el que se fue, el que aún está,
el diablo en cada rostro callejero
y las personas que te hablan en las calles
sin saber nada de ti
el límite a la orilla de la azotea de un edificio
lleno de jaulas para tender y utensilios viejos
la música atmosférica que acompaña
un caminar plácidamente solo,
mujeres jóvenes con hijos,
una toalla femenina llena de Nos
mi cintura, sin manos que la puedan asir
el límite a la orilla de un andén
en la estación del metro
de una línea nueva
las cortinas de colores tan dispares
en ventanas de todos los edificios
de esta ciudad contaminada de postmodernidad
y tan vieja en su apariencia
Durás, Pessoa, Fonseca,
Nelida Piñón y Clarice Lispector
escritos viejos en servilletas de un café
los beats, los infras y un Bolaño
un complot del que crees que formo parte
entre chilenos
tu mirada triste, pocas veces feliz
Celibidache, Chopin y Shostakovich,
Una composición sobre la mujer bosque inconclusa,
¿ella o la composición? nunca habrá respuesta
las bestias callejeras,
la infancia perdida en lágrimas y sonrisas
que no se distinguen unas de otras
los recuerdos tristes, fechas
sin motivo para celebrar,
tu foto
guardada en un cajón
(la primera)
el límite a la orilla de una pregunta
¿?
cómo entender la vida si es así
los hombres, los gatos,
la luna, las mujeres,
el sexo
(otra vez)
el sexo
las ganas de hacer pipí
mientras estás soñando
un regalo,
el gato que se perdió esta mañana,
un empleo nuevo, depresión
cosas que no sabía y me enseñaste,
el sentido musical de mis ataques,
un no que rompe todo
un sí que no pega nada
cartas fechadas de hace años,
dibujos hechos en mi cabeza
mientras camino a tu lado,
la atención constante que espero,
la falta de conciencia que a veces tengo
uno, dos, y dos + dos = 5
el retorno del rey carmesí,
manejas como si quisieras
desaparecer en el camino
tres gotas, esas tres gotas exactas
de un cuento escrito hace años,,,
nadie lo leyó
Escucha nuestro podcast
un montón de poetas eléctricos
que nunca he conseguido leer
(ni siquiera sé si existen)
escritores de hace dos siglos
anunciando males finiseculares
que me alcanzan a mis 25 años
Dufoo, Leduc y el bien muerto
Bernardo Couto Castillo
réquiem por las almas trastocadas
y las notas de clavecín bien temperadas
que no me has puesto para escuchar
(quizá confunda aquí a Bach con José Agustín)
los amigos muertos que cada quien
asesinó de puro gusto de alejarse
el límite a la orilla de una línea de cocaína
en la mesa de un departamento
en Tlatelolco hace un año,
el vómito por mezclarlo todo,
la toxicidad del cuerpo
en la noche que todo fue color
sin tiempo
un adiós escrito tantas veces
el límite a la orilla de una
última línea de cuaderno,
el dilema y el reto de
cuánto puedes escribir antes de que
se termine el papel y no puedas hacerlo
hasta la próxima conexión de tus neuronas y el recuerdo
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Vitae/ vitalis
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Ve al baño
Date el gusto de tener una gripa
y que alguien te cuide
Continúa sin pretextos
los designios del tiempo inusual
Mata sólo si crees que no era pertinente
/la vida ajustará todo para una vez más
llevarte al camino indicado del error y la desdicha/
Adopta un perro
uno muy flaco que encuentres en la calle
Fíngete el hombre de la planta
de aquella película en que Nátalie Portman
aún era una niña
(si eres mujer
fíngete Natalie Portman en el papel de aquella niña)
Sigue viendo cintas viejas
en el espacio vacío de tu casa
De vez en cuando da besos sinceros
y llena los días con un amor fresco
como las flores del jardín imaginario
de tu familia perfecta inexistente
Húndete en el derrotero de las palabras complicadas
Haz poesía una y otra vez
como si todo en la vida te hubiera sucedido
consume drogas y critica la corrupción
al mismo tiempo
Muere a los 27 o a los 33 o 35
o nunca mueras
como Mick Jagger y Keith Richards
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Disyuntiva
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Pensar en términos de poesía lacerada,
loba herida aullando despedidas.
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Cómo decirte que ya no te quiero
en la métrica perfecta del consuelo.
Aprisionar palabras y soltarlas luego.
Lentamente,
como los días pasan acomodándose en mi espalda.
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Cuántos versos construirán el romance
de un adiós que quiero decirte apresurada.
Qué soneto habrá escrito aquel poeta
para romper un corazón sin más cuidado.
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Ditirambos sueltos e imprecisos
no ayudan en el acto de dejarnos.
Fauces abiertas de poemarios de tres siglos
sin respuesta para ahora que quiero desecharte
/como a la hoja en blanco o el ensayo que no queda/
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Porque la poesía a veces no tiene todas las respuestas,
como si los sentimientos que no están decididos
se amordazaran a sí mismos sin permitir
la complaciente respuesta de dejarnos…
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Panorama de un desierto
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Amar de a ratos,
como se hacen los poemas,
porque el amor no se escribe dos veces
-tampoco la poesía-
/Humedal de todos los clamores/
Cerrar ventanas y sacudir silencios
Ser ventarrón en un cuarto ciego.
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Amar de a ratos,
como viven las moscas y todos los insectos
Efímero sorteo, rehilete al viento
Paso de araña que va tejiendo
la medida exacta de atrapasueños.
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Amar de a poco,
porque tampoco damos lo correcto,
porque aterra entregarlo todo
y seguir viviendo
Saberse entero y al mismo tiempo
partido por momentos.
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Odiarlo todo
y seguir queriendo
Porque a veces amamos los infiernos
Los frascos rotos
Los corazones secos