El producto mexicano que revolucionó el mundo textil

Poco después de la Conquista de México, Carlos V escribió a Hernán Cortés para pedirle información sobre un nuevo colorante rojo conocido como grana cochinilla. El cual era cultivado y producido en la meseta mexicana. El hecho de que el emperador requiriera un reporte de esta naturaleza es indicativo de los colorantes utilizados en la industria textil.

Importada desde México, la grana cochinilla llegó a ser el segundo producto de exportación más importante del país después de la plata, durante más de 300 años, desde mediados del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX.

La exposición ‘Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte’ es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el Museo del Palacio de Bellas Artes y numerosas instituciones y especialistas nacionales e internacionales en el tema para mostrar cómo este insecto domesticado en la época prehispánica alcanzó un protagonismo dentro de la historia a nivel artístico, político, económico y social, y cómo su importancia continúa reflejándose hasta nuestros días.

En primera instancia, la muestra presentará a los visitantes las facetas del cultivo de la cochinilla mexicana y sus características genéticas, las cuales le permitieron destacarse de otros pigmentos y posicionarse como uno de los predilectos de artistas como Tintoretto, Tiziano, Velázquez,TurnerRenoirVan Gogh.

La naturaleza de la grana cochinilla fue un misterio durante mucho tiempo, ya que los españoles querían ocultarla con el fin de preservar su monopolio millonario.

No obstante, científicos y estudiosos en el mundo de instituciones como el Metropolitan Museum of Art, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Museo Nacional del Prado, el Art Institute of Chicago y el Rijksmuseum investigaron la identidad de los pigmentos de las grandes obras de diferentes artistas, por lo que a partir de diferentes métodos como la HPLC (Cromatografía Líquida de Alta Resolución), Raman SERS (Espectroscopía Raman Intensificada por Superficies) y FORS (Espectroscopía de Reflectancia de Fibra Óptica) han concluido que aquel pigmento que vendían en España como carmín de las Indias era un insecto cultivado en una variedad de nopal en los estados de Oaxaca y Tlaxcala. La grana cochinilla era entonces un producto de exportación internacional.

Esta exposición tiene su origen en 2014, con el Coloquio internacional sobre la grana cochinilla en el arte, organizado por el Museo del Palacio de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura del Morelos, y apoyado por organismos como el Instituto de Ecología de Xalapa, que aportó micrografías que permiten conocer mejor la conformación del insecto y la dirección del concepto curatorial de Georges Roque, especialista en teoría del color.

La historia y la tradición del uso de este pigmento se ha ido desvaneciendo, motivo por el cual el Instituto Nacional de Bellas Artes, por medio del Museo del Palacio de Bellas Artes, presentará del 10 de noviembre de 2017 al 4 de febrero de 2018 ‘Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte’, exhibición que cuenta con 49 piezas procedentes de 16 colecciones nacionales y 21 piezas de 11 acervos internacionales, y la cual tiene como objetivo resaltar la importancia de este producto milenario que traspasó las fronteras, así como sus aplicaciones en la actualidad.

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