Presentan muestra sobre la experiencia soviética de Diego Rivera
El afecto de Diego Rivera por la extinta Unión Soviética se ve reflejado en la exposición “Diego Rivera y la experiencia en la URSS”, que podrá ser visitada del 30 de noviembre de 2017 al 8 de abril en los museos Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo (MCEDRyFK) y Museo Mural Diego Rivera (MMDR).
Los museos mostrarán, por vez primera, una revisión exhaustiva de los dos viajes que el muralista guanajuatense realizó a la extinta Unión Soviética.
Bajo la curaduría de María Estela Duarte y Mariano Meza Marroquín, la muestra reúne 289 piezas entre manuscritos, dibujos, óleos, acuarelas, fotografías, carteles, objetos, video y material complementario.
Resultado de cuatro años de investigación, el proyecto expositivo partió del archivo de Diego Rivera resguardado en el MCEDRyFK. No obstante, fue necesario rastrear y consultar una gran cantidad de documentación para dar más luz a la investigación.
Pieza fundamental fue el archivo de la cuarta esposa de Rivera y galerista de arte Emma Hurtado (hoy en resguardo de su sobrino), quien conservó el registro de toda la obra realizada por Diego Rivera durante su segundo viaje a la Unión Soviética, mediante el cual fue posible consolidar gran parte de la investigación.
Esta es la primera vez que se profundiza en las dos estancias de Diego Rivera en la URSS. La primera fue en 1927, cuando fue invitado como parte del Partido Comunista Mexicano a celebrar el décimo aniversario de la Revolución Rusa. Durante su estancia, además de dictar conferencias e impartir clases sobre muralismo, fue invitado a realizar un mural, el cual no fue terminado.
La segunda visita fue en 1955, cuando lo invitaron para entregarle un reconocimiento. Teniendo conocimiento de los avances médicos que se estaban desarrollando en la Unión Soviética, el pintor decidió aprovechar este viaje para ser tratado del cáncer que padecía en el hospital Botkin.
Aunque existe información de ambos viajes, solo es anecdótica, y no hay un estudio a profundidad de sus repercusiones dentro de la obra de Rivera. Si bien la documentación del segundo viaje se encuentra en su mayoría resguardada en el archivo de Emma Hurtado, el problema es que la información del primer viaje de Diego Rivera a Moscú se encuentra dispersa y no en todos los casos es fidedigna.
Es muy importante resaltar que estos viajes no conforman una línea paralela de la vida de Diego, sino que son experiencias sustantivas que transformaron su mirada en torno al arte, la cual se ve en los murales que realizó después de 1927, por ejemplo, en la Secretaría de Educación Pública o en el Palacio de Bellas Artes. También hay que destacar que son experiencias concretizadas sobre todo en el ejercicio del dibujo. Quizá por eso no se estudia tanto.
La primera parte de la exposición será presentada en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y aborda el primer viaje que realizó Rivera a la extinta Unión Soviética en 1927 y una parte de su paso por Montparnasse, en París, donde conoció a Angelina Beloff. También se resaltan los personajes que conoció durante este periodo: Leon Trotski, Natalia Goncharova, Vladimir Mayakovski y Serguei Eisenstein, entre otros.
La segunda parte de la muestra se exhibirá en el Museo Mural Diego Rivera e integra el viaje de 1955, su estancia en el hospital Botkin y el recorrido que hizo por Rusia hasta la Berlín de la parte de la entonces República Democrática Alemana.
El elemento que unirá a ambas sedes de la muestra es una selección de 21 carteles que envió el gobierno ruso a Rivera tras su segunda estancia. Dichos carteles presentan claramente la estética del realismo socialista que también influyó en el muralista mexicano, y los cuales pertenecen al acervo del MCEDRyFK.
A decir del director de ambos recintos, Luis Rius, con esta muestra se cubre la tríada que propuso Bertram Wolfe sobre la producción de Rivera: la del nacionalismo mexicano, la que realizó en Estados Unidos y la de la URSS.