¿Es la anatomía la clave del orgasmo femenino?
A pesar de lo que a menudo se retrata en las películas y en la televisión, la mayoría de las mujeres no pueden alcanzar el orgasmo sólo con la penetración durante las relaciones sexuales y una nueva revisión de la evidencia científica, sugiere que la anatomía es la principal causa. La capacidad de cada mujer para llegar al orgasmo durante el sexo depende casi en su totalidad del desarrollo físico mientras se está todavía en el útero, según los autores de la revisión.
Durante la gestación, el clítoris comienza a desplazarse hacia arriba y lejos de la abertura vaginal, dijeron los investigadores. Pero entre las mujeres cuyo clítoris se desplazó demasiado hacia arriba, puede ser muy difícil o incluso imposible tener un orgasmo durante el sexo, porque las formas tradicionales de hacerlo no proporciona suficiente fricción para estimular el clítoris, explica la Dra. Maureen Whelihan, ginecóloga y obstetra en West Palm Beach, Florida, y experta en el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.
Los investigadores dijeron que han descubierto la distancia entre el clítoris de una mujer y su apertura urinaria que puede predecir si será capaz del orgasmo durante el sexo, sin ninguna estimulación adicional. Según Elisabeth Lloyd, una académica afiliada de la facultad con el instituto de Kinsey para la investigación en sexo, género y reproducción en la universidad de Indiana-Bloomington, el “número mágico” es de 2,5 centímetros, un poco menos de 1 pulgada.
Le clitoris – Animated Documentary (2016) from Lori Malépart-Traversy on Vimeo.
“Es una correlación tan fuerte que si encontramos a una mujer que tiene una distancia de 3 centímetros, podemos predecir con seguridad que no tendrá orgasmo con el coito”, dijo Lloyd. “Las mujeres pueden hacer esta medición ellas mismas para ayudar a entender su propia experiencia sexual”.
Otros factores, como el tamaño del pene, la habilidad de la pareja sexual o la intensidad del deseo “podrían tener algún efecto, pero realmente es la distancia anatómica la que parece ser predictiva”, dijo Lloyd.
En la gestación, la exposición a las hormonas masculinas en el útero aumenta esta distancia, dijo Lloyd. “Si la mujer está expuesta a un montón de andrógenos, la estructura del clítoris migra más lejos”, dijo. Esto es importante de entender porque entre el 70 por ciento al 90 por ciento de las mujeres son incapaces de alcanzar el orgasmo sólo con la penetración, dijo Whelihan.
“De las que afirman que pueden tener orgasmos puramente vaginales, el 90 por ciento de ellas dicen que tienen que estar arriba de su pareja”, agregó. Cuando estás en la parte superior, sentada en la erección del compañero no es sólo un orgasmo vaginal, te estás frotando el clítoris en el abdomen o en la pelvis. Nueve de cada 10 mujeres en su práctica han tenido un orgasmo durante su vida, dijo Whelihan, pero casi todas necesitaban la estimulación directa del clítoris para lograrlo.
¿Qué pasa con el punto G, el área erógena que supuestamente se encuentra dentro de la vagina? Las autopsias no han apoyado sistemáticamente la existencia del punto G, dijo la revisión de la evidencia. Una mayoría de expertos no creen que haya tal cosa, dijo Whelihan. “Según la mayoría de los expertos, creemos que si el punto G existe entonces sólo existe en algunas mujeres”, dijo.
Las parejas decididas a lograr el orgasmo femenino durante el coito deben comenzar a prestar más atención al clítoris, coinciden Lloyd y Whelihan. Las parejas pueden usar posiciones donde la hembra está en la parte superior, lo que permite a la mujer obtener más fricción contra su clítoris. O pueden usar una posición sexual que permita que el hombre o la mujer frote el clítoris durante el sexo, ya sea con los dedos o con un juguete sexual, dijo Whelihan.
“Hay muchas maneras de tener un orgasmo compartido”, recalca la experta. “Las parejas no deben centrarse en algo que nunca cambiará anatómicamente, es mejor buscar y encontrar maneras de permitir algún tipo de estimulación del clítoris durante la penetración”. Sin embargo, las parejas también deben recordar que el orgasmo con el coito no es estrictamente necesario para que una mujer tenga una vida sexual sana o agradable, añadió Lloyd.
“Creo que este enfoque es tradicional, y es muy común, pero es problemático. Hemos aprendido en nuestra investigación que hay muchas mujeres que no tienen orgasmos con relaciones sexuales de manera regular”, dijo Lloyd. Imponer esta visión como medida de salud sexual puede presionar a las mujeres que no pueden tener orgasmos con el coito, debido a su anatomía. Definitivamente es preferible tomarlo con calma y explorar una sexualidad más abierta y expandida, que vaya más allá de la experiencia orgásmica, pero reconociendo que es perfectamente alcanzable si se desarticula la visión regular y floja del erotismo tradicional falocéntrico.
Con información de Phys.org y MedicalXpress | Selección, traducción y notas del Colectivo Alterius.