La marihuana induce la destrucción de células tumorales

Yoshinori Ohsumi ha recibido el Premio Nobel de Medicina por sus aportes en el descubrimiento de la autofagia o “reciclaje celular” (el proceso con el que la célula degrada y recicla sus componentes) y ahora investigadores españoles han descubierto que el principal componente activo del cannabis, el THC (delta-9 tetrahidrocannabinol), ha resultado efectivo en la muerte de células tumorales gracias a este interesante mecanismo.

“Hemos identificado uno de los factores que determina que la activación de la autofagia conduzca a la muerte de las células tumorales”, explica Guillermo Velasco, investigador del departamento de Bioquímica y Biología Molecular I de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y autor principal del trabajo que se publica en Autophagy.

Los científicos han utilizado un cultivo de células de glioma –un tumor cerebral muy agresivo– y las han sometido a dos tratamientos por separado: ausencia de nutrientes y suministro de THC. Estudios previos han comprobado que, en ambos casos, se induce a la célula a que inicie el proceso de autofagia, aunque de dos formas diferentes.

Por un lado, la ausencia de nutrientes potencia la autofagia protectora, que ocurre cuando las células la activan para digerir componentes celulares más complejos y obtener la energía necesaria para adaptarse a esa situación de ayuno. En el caso del THC, lo que potencia es una autofagia más destructiva.

<p>Efecto del tratamiento con THC en los autofagosomas (verde) y lisosomas (rojo) de células de glioma. / Guillermo Velasco</p>
Efecto del tratamiento con THC en los autofagosomas (verde) y lisosomas (rojo) de células de glioma. / Guillermo Velasco

Al comparar los cambios que se producían en las células tras la ausencia de nutrientes o el suministro del cannabinoide, los científicos descubrieron que solo el tratamiento con THC aumentaba los niveles de unos lípidos (dihidroceramidas) que, a la larga, desencadenaban la muerte de la célula.

“El estudio demuestra que el aumento de los niveles de algunas dihidroceramidas tiene un carácter desestabilizador para los orgánulos de la célula implicados en la degradación de componentes celulares, lo cual lleva, en último término, a la muerte de las células tumorales”, afirma Velasco.

“Estas observaciones pueden contribuir a sentar las bases para el desarrollo de nuevas terapias antitumorales”.- Guillermo Velasco

 La investigación también muestra, tanto en estudios in vitro como en tumores generados en ratones, que la manipulación de los niveles de estos lípidos puede ser una estrategia para activar una autofagia que conduce a la muerte de las células tumorales, lo que reduciría el crecimiento tumoral.

“Estas observaciones pueden contribuir a sentar las bases para el desarrollo de nuevas terapias antitumorales basadas en la activación de la muerte a través de la autofagia”, mantiene el científico.

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Con información de Autophagy y Agencia SINC.

 

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