¿Cataluña independiente?
El pasado 10 de noviembre el parlamento de Cataluña aprobó por 72 votos frente a 63 la resolución que proclama el inicio del proceso hacia la independencia. Este plan aboga por desobedecer a las instituciones españolas (empezando por el Tribunal Constitucional) e insta a la Generalitat a cumplir solo las leyes emanadas de la Cámara autonómica.
Esta votación es una reflejo de la división que se vive en la región. Por su parte, el Gobierno activó inmediatamente, como tenía pactado con los partidos constitucionalistas, todos los recursos del Estado para responder a la resolución. El presidente, Mariano Rajoy, firmó en Béjar (Salamanca) la petición del dictamen jurídico preceptivo al Consejo de Estado y un Consejo de Ministros extraordinario aprobó un recurso de inconstitucionalidad para frenar el proceso.
Carles Puigdemont, es el presidente de la Generalitat, tomó posesión apenas el 12 de enero de este año y se convirtió en el primer mandatario catalán que no promete fidelidad ni al Rey ni a la Constitución. La toma de posesión fue otro punto de tensión entre independentistas y constitucionalistas, pues el nuevo presidente declaró también que quiere que Cataluña esté en condiciones, en 18 meses, de proclamar la secesión. “
El proceso nos debe situar a las puertas de un nuevo Estado que queremos independiente, en forma de república”, dijo el presidente de la Generalitat.
El día de hoy, más de dos mil personas se reunieron en la plaza Sant Jaume, frente al Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, convocados por la entidad Sociedad Civil Catalana para exigir al gobierno catalán que detenga el proceso independentista. A la concentración, encabezada por el lema el procés ens roba, han acudido miembros de diversas entidades de carácter unionista y militantes del Partido Popular y Ciudadanos.
Con información de El País