La democracia no funciona

Muy, pero muy interesantes datos sobre la democracia en Latinoamérica los que presentó el Latinobarómetro en su informe que recopila información de los últimos 20 años. Vayan al informe en el link.

• No confiamos

Alarmante es que confiamos igual que en África. Es decir, nuestro nivel de confianza es igual que los asesinos africanos o que en condiciones en desigualdad o pobreza. Un cubetazo de agua helada para nuestro desarrollo. Si no confiamos entre nosotros no confiamos en instituciones y la confianza es base de cualquier relación, entonces no nos desarrollamos.

• No participamos

El promedio de participación en América es de 69.5%, es decir los gobernantes gobiernan con los votos de solo el 70% de los ciudadanos. Muchos dirán, pues es mayoría, pero los derechos del otro 30%. ¿No tienen gobernante? ¿Su gobernante no los gobiernan? ¿Sus leyes no los rigen) En México aunque es un índice de participación alto el 61% es insuficiente y comparado con el de Uruguay de 89% parece mínimo. Tan cerca y tan lejos, una de las lecciones que dejó Mujica: buenos gobernantes hacen ciudadanos participativos.

• No queremos democracia

¿Quéeeeeeeeee? Asia está más satisfecho con al democracia que en México a pesar de China y sus bloqueos, África está más satisfecho a pesar de la pobreza y desigualdad. América Latina es el país menos satisfecho con la democracia, el 37%. Eso lo han ocasionado los malos gobiernos y la corrupción, un mal endémico de nuestra región.

Como lo leyeron, México es el país que menos satisfecho está con la democracia en la región. Es alarmante, algo estamos haciendo mal. No queremos democracia, en México el 52% de los mexicanos, según el mismo informe prefiere otra forma de gobierno que sea más opresora. A ese nivel nos han llevado los malos gobernantes y las instituciones. Sin embargo hay que plantear otra pregunta. ¿La democracia nos debe responder nuestros problemas o son los gobernantes? La democracia es el régimen mediante el cual elegimos a nuestros gobernantes y gozamos de las libertades e igualdad de derechos. Eso es a lo que aspiramos, sin embargo los gobernantes, los personajes y las instituciones han deformado esa visión democrática, no han hecho buenos gobiernos y han hecho que los ciudadanos no estemos satisfechos y culpemos a la democracia.

Una prueba de lo anterior es la aprobación de los gobernantes.

Tenemos malos gobernantes. La pregunta es la siguiente. ¿Cómo hacemos para seguir en democracia, siendo libres, seguir eligiendo a nuestros representantes, gozar de libertad y de derechos sin que nos defrauden? He ahí el dilema.