El Futuro que queda
Futuro está muy cerca de perder el registro como partido. En estas últimas elecciones obtuvieron solo el 2.6% de los votos del padrón electoral, lo cual los coloca debajo del 3% que se le exige a un partido local. Al mismo tiempo, nunca habían tenido tanto poder: 22 regidurías, 2 diputaciones locales y una presidencia municipal. ¿Qué sigue?
Las dos diputadas electas del Congreso de Jalisco de Futuro, Tonantzin Cárdenas y Mariana Casillas, piensan que el movimiento seguirá y que el compromiso por impulsar una agenda alternativa e independiente está más vigente que nunca.
“Toda nuestra historia ha sido una línea recta hacia transformar la forma en la que se hace política en el Estado y eso es algo que no hemos perdido”, dijo Tonantzin Cárdenas. También afirma que la fuerza política lleva siendo partido solo tres años y va a sobrevivir sin el registro.
Ambas diputadas coinciden en que la coalición “Juntos sigamos haciendo historia” fue crucial para impulsar perfiles como el de ellas en el Congreso. ¿Cuáles son sus perfiles? Son dos mujeres jóvenes, de izquierda, tatuadas, feministas. Efectivamente, perfiles que no hemos visto mucho en los puestos de gobierno.
Tonantzin Cárdenas creció cerca del servicio público. Sus padres fueron panistas de la alternancia. Su padre fue Lázaro Eduardo Cárdenas Jiménez, presidente municipal de Ciudad Guzmán de 1997 a 2000.
“Yo era la niña que estaba dormida en las sillas del Comité Municipal con el saco ahí de mi papá”. Ver de primera mano que el servicio público puede cambiar la vida de la gente fue lo que la convenció de estudiar Ciencias Políticas en el ITESO, universidad jesuita de Guadalajara.
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En la Sociedad de Alumnos de esta institución conoció a Pedro Kumamoto. Fue pionera en Futuro, ayudó a juntar las firmas para la campaña de Kumamoto a la diputación local del distrito 10 en el 2015 como candidato independiente. Eran 12 “monos” y fue una sorpresa que ganara. Desde entonces ha visto cómo se transforma el movimiento. Ahora tienen aproximadamente 19 mil afiliados.
Tonantzin entró a la carrera universitaria cuando el PRI regresó a la presidencia de México. Futuro es una semilla del movimiento Yo soy 132, que empezó en la campaña presidencial del 2012, impulsado por un montón de jóvenes que no estaban de acuerdo con quiénes hacían política y cómo la hacían.
Wikipolítica, la organización juvenil antecesora a Futuro fue parte de una ola de jóvenes que buscaban una representación digna dentro de la política. Cambiaron la narrativa, hicieron juntas vecinales, se quitaron el traje y criticaron el sistema partidista.
En las elecciones del 2018, los candidatos independientes de Wikipolítica perdieron todo. Pedro Kumamoto, quien ya era diputado local, perdió el Senado, aunque obtuvo 761,812 votos.
Entonces decidieron convertirse en un partido, porque de haber sido un partido hubieran logrado meter alguna regiduría o un plurinominal al Congreso. Empezaron a recibir críticas, que se magnificaron en estas últimas elecciones cuando Futuro se unió a la coalición “Juntos haremos historia” con Morena, el Partido Verde, el Partido del Trabajo y Hagamos.
Fue una decisión colectiva. Se abrió una convocatoria a los afiliados y hubo una votación. Tonantzin dice que sabían que los iban a criticar, pero también eran conscientes de que había un riesgo de ser invisibles en una elección federal y verse imposibilitados de seguir su agenda por tratarse de una minoría.
Susana de la Rosa, quien fue diputada de Futuro en la última legislatura, impulsó la agenda del matrimonio igualitario, el derecho a decidir, la salud mental y la menstruación digna. Muchas de estas propuestas fueron votadas en contra en un “Congreso a modo” que impulsaba la agenda del Gobernador, según Tonantzin. Con tan poca representación no había manera de cambiar la vida de la gente, concluye.
Ahora Movimiento Ciudadano ha perdido peso en el Congreso de Jalisco, ganó solo 5 distritos mientras que la coalición “Juntos hagamos historia” ganó 12 distritos y la alianza PRI PAN PRD, 3 distritos.
Mariana Casillas, diputada electa del distrito 14 por Futuro, piensa que va a ser una legislatura muy interesante porque el Congreso va a ser por excelencia el contrapeso del gobernador.
Mariana viene del activismo. Fue parte de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de Guadalajara cuando estudió Antropología. Ha participado con colectivas feministas y de movilidad. Marchó en las manifestaciones por los tres estudiantes desaparecidos del CAAV en el 2018 y el 4, 5 y 6 de junio por el asesinato de Giovanni López en manos de la policía.
“Los que decidimos brincar del activismo al partidismo, decidimos brincar porque para mí fueron muchos años de luchas en las calles que hacían que yo me sintiera muy desesperada por que los derechos o las luchas se alcanzaran y aunque para mí fue profundamente doloroso tener que brincar de la calle a los espacios partidistas, la verdad es que no me arrepiento porque hemos ganado muchas luchas”.
Mariana tiene conocimiento técnico y teórico de la situación que vive la gente en Tlajomulco, donde está su distrito, pero también tiene un conocimiento vivido. Cuando sus padres perdieron su patrimonio en la crisis del 94, su familia se mudó a uno de esos fraccionamientos que abundan en Tlajomulco, nuevos, pero sin servicios.
No llegó la luz hasta unos años después de la mudanza. Muchos de sus amigos se han salido del municipio, buscando lo mejor para sus familias. La situación es preocupante: Tlajomulco es el municipio con más fosas clandestinas en el país y tiene 77 mil viviendas deshabitadas.
Traer agua a las colonias en Tlajomulco que solo son abastecidas 40 minutos al día, dar seguimiento a la iniciativa “Futuro con hogar” que planteó Susana de la Rosa y consiste en usar el impuesto de hotelería para crear vivienda accesible para personas vulnerables y dar una beca de 2000 pesos a estudiantes foráneos son algunas de las propuestas que tiene para el Congreso.
Ambas diputadas tienen como prioridad legislar el derecho a decidir. “Es algo que tiene que salir sí o sí en esta legislatura porque es una deuda histórica con las mujeres de Jalisco”. Mariana les prometió a sus compas de los colectivos feministas que impulsaría la legislación y Tonantzin asegura no salir de la legislatura sin ver este derecho garantizado.
Mariana proyecta a su hijo de siete años en todos sus propósitos. La desigualdad que viven los niños en Jalisco fue su mayor motivación para convertirse en diputada.
“Creo que toda mi historia de vida me hizo tener esta consciencia de que no es normal vivir de la forma en la que estamos viviendo las personas de Jalisco. Ahora sí que poder materializar todas estas luchas que alguna vez tuve en la calle y poder llevarlas al Congreso siempre ha sido mi sueño y me siento muy responsable porque quiero hacer esto desde la sencillez de admitir que yo no tengo las respuestas ni que voy a poder cambiar el mundo yo sola, pero poder decirles a los compas que están ahí fuera en las calles luchando por lo mismo que yo estoy luchando, que aquí está mi granito de arena y que yo estoy para servirles en todo lo que pueda”.
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Tonantzin, como asesora de Pedro Kumamoto en su gestión de Zapopan, fue testigo de la lentitud en la que se enredan las propuestas. “Entonces, al estar haciendo gestiones y gestiones y oídos sordos y encontrar puertas cerradas en el Ayuntamiento, creo que ahí es cuando yo digo, a través de la rabia se encuentra luego la esperanza, ¿no?”