En 2021 la precariedad laboral afectó más a las mujeres
Menos empleos formales, pero mayor pobreza laboral, percepción de inseguridad y jornadas laborales sin paga enfrentaron durante 2021 las mujeres mexicanas en comparación con los hombres, de acuerdo con un análisis de México Evalúa.
Con información actualizada al tercer trimestre de 2021 (hasta septiembre) de diferentes encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Instituto Mexicano del Seguro Social, la organización México Evalúa documentó que existen “grandes brechas de género” en término de empleos formales, participación en mercado laboral remunerado, pobreza laboral, informalidad laboral, percepción de inseguridad y jornadas laborales sin paga.
De acuerdo con este centro de análisis, los puestos de trabajo faltantes para las mujeres (respecto a la meta a alcanzar este año) representaron 46 por ciento, mientras que en los hombres faltó un 14 por ciento. Al cierre del tercer semestre del año, cuatro de cada 10 mujeres era parte de la Población Económicamente Activa; esto contrasta con los siete de cada 10 hombres en esta situación.
Asimismo, 43 por ciento de las mujeres enfrenta pobreza laboral en comparación con 39 por ciento de los hombres. De acuerdo con los datos recopilados por la organización, el promedio del ingreso mensual laboral de las mujeres en México fue de 6 mil 581 pesos mientras el de sus pares varones fue de 7 mil 816 pesos.
A esto se suma que mientras las mujeres dedicaron 35 horas a la semana en actividades remuneradas, los hombres dedicaron 42, con la diferencia de que ellas dedicaron 43 horas a las tareas del hogar y de cuidado no remuneradas, en comparación con las 19 que dedicaron los hombres.
Otro dato: la informalidad laboral para las mujeres alcanzó al 55 por ciento de las trabajadoras, mientras que en el caso de los hombres la informalidad en el trabajo fue para 50 por ciento. En cuanto a la percepción de inseguridad, la brecha entre mujeres y hombres es del 10 por ciento.
De acuerdo con México Evalúa, las mujeres padecen con mayor frecuencia situaciones de pobreza laboral porque en promedio trabajan por una menor paga, no acceden a posiciones de mayor rango y porque la informalidad las acerca a la pobreza laboral cuando se pierde el trabajo. Por lo tanto, en los hogares con más mujeres es más frecuente que no haya suficiente comida para todos los integrantes, señaló la organización.
Las brechas salariales por sexo se deben, en gran medida, al mayor número de horas que las mujeres dedican a labores no remuneradas dentro del hogar, ya sea realizando tareas domésticas o cuidando de menores de edad, personas enfermas y ancianas.
De acuerdo con México Evalúa, muchas mujeres se emplean en trabajos informales porque encuentran en ellos mayor flexibilidad para cumplir con los roles familiares y de crianza, pero que a su vez las colocan en posiciones de mayor riesgo y vulnerabilidad frente a un despido injustificado, sin acceso a la seguridad social en caso de enfermar, sin acceso a un sistema de guarderías y con menores ingresos en promedio.
A lo largo de la vida laboral, explicó la organización, es menos probable que una mujer acceda a posiciones de mando. Esto se debe a que no existe un sistema de cuidados universal, por lo que el desarrollo profesional de las mujeres no ocurre en igualdad de circunstancias que el de los hombres. Por lo tanto, la brecha salarial se va ampliando con el tiempo, sobre todo en el mercado laboral informal –que es donde más mujeres trabajan– y cuando hay niñas y niños en casa.
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