Lo mejor del Museo de Arte Moderno en una Colección abierta

Para celebrar sus 54 años de vida, el Museo de Arte Moderno (MAM) despliega en cada una de sus salas lo mejor de su colección permanente. Bajo el título genérico de Colección abierta, a Patrimoniales Somos museo, muestras recientemente inauguradas, se suman El espejo de Venus, Galaxias, Tapices y Sumario de fotógrafos.

Esta selección de pinturas, esculturas, fotografías y tapices que responden a determinados giros temáticos, incita al visitante a valorarlos como objetos artísticos y testimonios de formas de ver y de sentir en el siglo XX.

Desde luego, ninguna exposición, por más grande que sea, daría cabida a la colección entera del MAM, compuesta por unas tres mil piezas. Sin embargo, su continua rotación en salas ha logrado arraigarla en el imaginario colectivo y darle proyección mundial. Hoy, y quizá por primera vez, este recorrido abarca la más grande secuencia panorámica de obras emblemáticas del museo y su historia reciente.

El espejo de Venus

Uno de los principales cambios sociales que transformó a la humanidad a lo largo del siglo XX fue la progresiva inclusión de las mujeres en actividades de todo tipo, que anteriormente eran exclusivas del género masculino. Este desarrollo, al que no son ajenos los adelantos tecnológicos en todos los campos del conocimiento, ha dado lugar de manera pausada, aunque persistente, a un mundo cada vez más inclusivo e igualitario, lo que permite soñar con un futuro libre de discriminación e inequidades.

A través de 63 pinturas, gráficas y esculturas realizadas entre 1914 y 2000 por Diego Rivera, Lola Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Rufino Tamayo, Rosa Rolanda y Joy Laville, entre otros, El espejo de Venus analiza la asidua representación de la mujer en el siglo XX, en siete núcleos temáticos: Mujer ilustre, Mujer erótica, Mujer compañera, Mujer retratada, Mujer y opresión, Mujer e indigenismo, Mujer y modernidad.

Galaxias

Las galaxias son conjunciones de astros: agrupaciones de estrellas vinculadas por su cercanía y su afinidad. Esta analogía ilustra el recorrido de la exposición Galaxias: igual que los cielos, el firmamento que trazaron nuestros artistas compone constelaciones que señalan el rumbo del arte en México, desde la revolucionaria Escuela Mexicana de Pintura, pasando por los experimentos abstractos de la Ruptura, hasta las vanguardias europeas y americanas.

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 La museografía, basada en secciones individuales que evocan los estands de una feria de arte, realza 189 piezas de más de 70 destacados artistas, incluyendo autores extranjeros de fama internacional (Motherwell, Balthus, Moore…) que son excepciones en colecciones mexicanas. En un arco temporal de exactamente 100 años, de 1907 a 2007, se aprecian pintura, escultura, fotografía, grabado, litografía y dibujo de  Abraham Ángel, Manuel Rodríguez Lozano, Mathias Goeritz, Lilia Carrillo, Juan Soriano, Vicente Rojo y Manuel Felguérez, entre otros.

 

Sumario de fotógrafos

 La fotografía irrumpió en la historia del arte del siglo XIX, y trastocó los valores que habían sido exclusivos de la pintura. La aparente “objetividad” de la imagen fotográfica provocó la crisis del realismo y detonó las vanguardias radicales a principios del siglo pasado.

El arte moderno resulta inconcebible sin la fotografía, que fue reconocida como un medio de expresión artístico, al igual que cualquier otro: una herramienta a disposición del artista fotógrafo para enseñarnos a ver aquello de la realidad que a simple vista nos pasa inadvertido.

Manuel Álvarez Bravo afirmó: “El principal instrumento de un fotógrafo son sus ojos”. Y es que esa visión única es lo que da origen al estilo personal, singular, de cada fotografía artística.

Sumario de fotógrafos presenta a 46 artistas de la lente que destacan en el acervo fotográfico del MAM, integrado por más de 800 imágenes de alrededor de 70 autores, además del legado que hizo el propio Álvarez Bravo de su valiosa colección de albúminas, ambrotipos y daguerrotipos del siglo XIX.

Este apartado reúne 47 obras realizadas entre 1918 y 2009, de Manuel Álvarez Bravo, Tina Modotti, Antonio Caballero, Hugo Brehme, Emilio Amero y Nacho López, entre otros.

Tapices

Los textiles han acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Lo que comenzó con la domesticación del algodón y otras fibras para confeccionar prendas siguió una larguísima evolución hasta llegar al “arte del tapiz”. Probablemente los griegos y romanos de la Antigüedad clásica ya utilizaran telas para cubrir las paredes, sin embargo, los tapices tuvieron un importante desarrollo a partir de la Edad Media europea.

Como tapetes adosados a la pared para mitigar el frío de la piedra, llevaban a menudo ilustraciones, logradas con hilos de colores que simulaban el efecto de una pintura. Con todo, la tradición de este arte aplicado solo consigue desprender la función de la forma hasta el siglo XX, cuando surge el “arte del textil” como una de las vertientes experimentales de las vanguardias.

Tapices comprende seis obras realizadas entre 1954 y 1988, de Lola Cueto, Marta Palau, Carlos Mérida, Ivonne Charlín y Cecilia Martínez, Fritz Riedl y José Nuño.


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