Patricia Mercado: la lucha por las libertades y derechos llega al Senado

Este perfil forma parte de la serie Senado Disruptivo

La entrevista fue realizada por Edilberto Aldán y originalmente publicada en La Jornada Aguascalientes


Patricia Mercado tiene una larga trayectoria en la política nacional, fue presidente del partido México Posible y en 2003 participó en las elecciones al Congreso; candidata del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina a la Presidencia de la República en el 2006. Su activismo ha estado vinculado a la defensa de los derechos de las mujeres y las personas de la diversidad sexual. En el 2015, Miguel Ángel Mancera, entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, la nombra secretaria de Gobierno, en febrero de este año, Movimiento Ciudadano la designa como su candidata al Senado de la República por la vía de representación proporcional.

 ¿Por qué regresas a la política, a hacer campaña, con Movimiento Ciudadano?

Patricia Mercado (PM): Movimiento Ciudadano me abre las puertas porque sus estatutos dicen que el 50 por ciento de las candidaturas deben ser externas, tenemos una relación de respeto; acepté porque yo no soy una candidata del Frente, soy una candidata de Movimiento Ciudadano, de su lista nacional, la plataforma de Por México al Frente es una plataforma que cabe perfectamente en mis coordenadas éticas, para mí el Frente es una agenda socialdemócrata, no conservadora, no hay una sola cosa con la que yo esté en contra, me faltan cosas, pero no me sobran, no estoy en contra de lo que plantean, me parece que se han establecido cosas muy novedosas, sobre todo desde Movimiento Ciudadano que está representado en Jalisco, Colima, en Nuevo León, con algunos candidatos con un claro compromiso contra el viejo régimen, con las viejas formas, a favor de las nuevas tecnologías, la innovación, la transparencia, me siento cómoda y no necesito pertenecer a ese partido político.

Señalas que Movimiento Ciudadano es garantía, ¿cómo puedes decir eso cuando se les acusa de formar parte del PRIAN?

Lo que el Frente puso sobre la mesa es un no a la impunidad, vamos a hacer los mecanismos para combatir la impunidad: Comisión de la Verdad, Muerte Civil, una serie de cosas… Hay como dos alternativas de cambio, a mi me parece que Ricardo Anaya no representa al PRIAN, El PRIAN es una alianza que se dio durante más de 20 años entre el PRI y Acción Nacional, pero ese PRIAN está representado por Felipe Calderón, Margarita Zavala, Ernesto Cordero… esta idea de la alianza con el PRI fue derrotada en Acción Nacional, por el grupo dirigente de Acción Nacional, que tenía a Ricardo Anaya como dirigente y ahora como candidato del Frente, es precisamente el que hace la crítica y la autocrítica de esa alianza, rompe esa alianza por una política de cambio de régimen, el único, podríamos decir, del PRIAN que está en el Frente es Fernández de Cevallos, todos los demás no, él sí fue parte de ese PRIAN, cuando la candidatura con Ernesto Zedillo se habla de una concertación, porque él podía haber sido el presidente de esa concertación, pero este grupo encabezado por Anaya es el que rompe con esa historia y genera otra posibilidad de futuro en un nuevo régimen, está en otra perspectiva, ligado más a una propuesta socialdemócrata. Esto se está clarificando y se va a clarificar aún más.

 Cuando te refieres a un cambio necesario, ¿qué es lo que tiene que cambiarse?

Creo que tiene que cambiarse la ley electoral.

¿Otra vez? Cada seis años cambia

Sí, pero los partidos, la partidocracia está sufriendo y va a sufrir un parteaguas, porque tanto el PRI como el PAN y el PRD, los partidos más tradicionales, van a quedar muy mermados, eso ya se ve, por eso tenemos estas coaliciones; Movimiento Ciudadano y Morena no son partidos, son movimientos que quién sabe cómo queden en términos de su organización partidaria, entonces,lo que vamos a tener es una pluralidad muy grande, tenemos que cambiar las reglas del juego para esa pluralidad, que se valga tener partidos políticos ciudadanos. Lo que pasó con los candidatos independientes y la búsqueda de firmas… que Marichuy no esté en la boleta y que esté el Bronco es una barbaridad, por qué, porque la ley electoral pide que juntes miles y miles de clientelas, comprar las firmas, en lugar de ciudadanos libres. La ley electoral está hecha para hacer partidos clientela, que es lo que va a desaparecer, por eso tenemos que cambiar la ley, dar oportunidad a la participación aunque no haya dinero de por medio, que realmente sean las ideas más que el dinero. También la primera y segunda vuelta, si tuviéramos segunda vuelta, en una primera vuelta tienes todas las opciones jugando, cada quien con su historia, cada quien con su plataforma y quedan los dos que la ciudadanía resolvió que son los que deja como propuestas mayoritarias, entonces sí se forman las coaliciones, en un primer momento sales con tu plataforma y en el segundo puedes decirle a quienes votaron por mí, exponiendo las razones, de forma transparente: vamos a tener que formalizar esta segunda vuelta para que no suceda lo de ahora, Morena va con un partido ultraconservador, el Partido Encuentro Social, que esa corriente conservadora está en toda América Latina, que está peleando, que está pujando, por regresar atrás un montón de derechos, que ya cobró su primera víctima con la reforma a la ley sobre los objetores de conciencia, en la ley de salud, es un partido ultraconservador, ¿por qué obligar a estas alianzas desde un principio?

Morena va con un partido ultraconservador, el Partido Encuentro Social, que esa corriente conservadora está en toda América Latina, que está peleando, que está pujando, por regresar atrás un montón de derechos
Tienen que cambiar las reglas del juego, los gobiernos de coalición, que ya están en la Constitución, pero son una opción del presidente electo, lo que necesitamos es la ley que regule los gobiernos de coalición para que tenga también que ver con las coaliciones electorales y el porcentaje de votación, hay que reglamentar eso, porque volverle a apostar a que el presidente nombre a su gabinete, un gabinete que responde a ese sistema presidencialista, en vez de un gabinete que responda y sea ratificado por el Congreso, que tengan que presentar credenciales para ocupar un lugar en el gobierno, que una vez que se pierda la mayoría, como acaba de suceder en España, pues ese gobierno no puede seguir adelante, son reglas democráticas que van madurando esta inclusión en la toma de decisiones y esta idea que dejamos atrás del carro completo, hacia una sociedad democrática donde todos quieren ser escuchados, todos quieren ser incluidos, creo que hay que cambiar estas reglas.

Después de varios años, regresas a hacer campaña, ¿dónde te sitúas ahora?

El movimiento del 68 fue el primer movimiento ciudadano de esta época, un movimiento que fue por libertades, y de ahí llegamos a un momento en que tenemos una democracia que ha garantizado los derechos humanos en el artículo 1 Constitucional, el derecho a la no discriminación en el segundo, me gusta un poco situarme con ese referente, a 50 años del movimiento del 68, nosotros pusimos a los muertos, nosotros tuvimos a nuestros desaparecidos, la primera candidata a la Presidencia fue Doña Rosario Ibarra de Piedra, en 1982, que dirigió ese movimiento de madres y por justicia, hoy tenemos un movimiento de madres de desaparecidos, también la mayoría de los homicidios producto del crimen organizado en el país, son jóvenes menores de 25 años, también están poniendo sus desaparecidos y sus muertos las nuevas generaciones desde otro lugar y con otra problemática, el poder hablar de esta realidad autoritaria… cuando dicen votemos todos por una sola opción y un carro completo, pues no, por favor, eso ya lo dejamos atrás, nada de carro completo para nadie, un rey gobierna fácil, pero no estamos en esas condiciones, es mucho mejor que se escuchen las voces de todos y a partir de escucharlos construir una verdad, sino lo que vas a tener es exclusión, de la diferencia, de la disidencia, por eso les digo, cuando escuchen carro completo, salgan corriendo, fíjense en las historias de sus candidatos.

“A mí me decían: vete para Suiza, vete para Suecia… esos temas se tenían que discutir, hay un movimiento feminista robusto desde los 70, un movimiento de la diversidad sexual bastante robusto y expresivo, ahora eso ya no es tan novedoso”
Los partidos están en crisis, estas van a ser las últimas elecciones en que vamos a tener un mapa político como el actual, ese mapa va a cambiar, distintas minorías se van a empezar a expresar, entonces tenemos que hacer una nueva ley electoral, hay que tirar el agua sucia que implica la corrupción de los partidos y la falta de transparencia, y hagamos una nuevas reglas donde pueda expresarse la diversidad política, la diversidad de ideas y que no necesariamente tenga aparejado dinero y corrupción.

Cuando fui candidata a la Presidencia en el 2012, esta agenda era más sencilla, más novedosa: los derechos de homosexuales, la legalización de las drogas, el aborto, los derechos de las mujeres, era algo como muy novedoso, a mí me decían: vete para Suiza, vete para Suecia… esos temas se tenían que discutir, hay un movimiento feminista robusto desde los 70, un movimiento de la diversidad sexual bastante robusto y expresivo, ahora eso ya no es tan novedoso aunque seguimos viviendo la discriminación de una manera muy fuerte, no hemos legalizado el aborto en todo el país, seguimos discutiendo este derecho tan vital para una mujer, pero ya todo es más complejo, esto es democracia, esta diversidad es democracia, el pensamiento único no nos va a traer buenos resultados, nadie puede solo, yo uso mucho este discurso, ni la sociedad civil, ni los partidos, el presidente, necesitamos construir otro tipo de acuerdos. En el Latinobarómetro, estamos casi en el último lugar, la gente no cree en la democracia, estamos en una situación complicada de ese desencanto de la democracia, el reto es cómo convertir ese desencanto hacia las reglas que ya no nos sirven.

Te preguntaba dónde te sitúas porque ante el posicionamiento sobre no dejarse llevar por el pensamiento único, lo que enfrentas en campaña es un clima de inseguridad que lo permea todo, antes que atender tus propuestas, el electorado quiere que le digas quién y cómo van a resolver la inseguridad.

Esta vuelta por el país es para poner otra idea, otra posibilidad, el tema de cómo tratamos el delito, cómo tratamos a los que cometen un delito, primero, la mano la lleva la víctima, la víctima puede llegar a una conciliación, resolver a través de un intercambio, pero ese es el derecho de las víctimas, hemos avanzado mucho en la institucionalidad, el derecho de las víctimas frente a quien comete un delito, el tema de la inseguridad hacernos cargo críticamente, autocríticamente, de que la guerra contra el narcotráfico, sacamos el ejército a las calles, y fue un fracaso, no porque el ejército haga las cosas mal, sino porque esta confrontación de violencia contra violencia sólo trae más violencia. Qué es lo que tenemos qué hacer? Si hay corrupción e impunidad, si el poder político está ligado al poder de las organizaciones delincuenciales pues hay impunidad, y en ese escenario es donde crece el delincuente común, hay impunidad, el ciudadano no puede hacer nada ante el pequeño robo, que no necesariamente son del crimen organizado, por eso es muy importante lograr la autonomía del Ministerio Público, la autonomía de la Procuraduría, de la Fiscalía Anticorrupción, por eso hay que darle dientes y el poder para poder intervenir.

La impunidad está haciendo crecer el delito común, ese que le está pegando al ciudadano, y ahí vamos a la necesaria revisión del sistema penitenciario, como los presos no votan no hay ningún tipo de inversión, tenemos que generar un sistema de reinserción social de veras eficiente, desde las cárceles y una vez que esta gente sale, si vuelven a delinquir, como que no hay opciones, no hay una relación entre el sistema penitenciario y las comunidades a las que regresan, el sistema penitenciario es parte de la seguridad, el derecho al porvenir, le llamamos, cuando delinques tú pierdes tu derecho a la libertad, pero inicia tu derecho al porvenir, tu derecho a la reinserción, proponemos penales sólo para jóvenes primodelincuentes, menores de 30 años, con penas menores a 10 años, que no aprendan a delinquir ahí, que delinquir no sea una opción. Estamos en un momento complicado, Movimiento Ciudadano no votó la Ley de Seguridad Interior, hay que revisar eso, por el bien de la sociedad, por el bien de los gobiernos, debemos encontrar otra forma de seguridad, sin la dignificación de las policías, sin una capacidad de inteligencia, no se puede, la capacidad de inteligencia es nula, no somos capaces de adelantarnos a los sucesos, eso implica cambiar las prioridades del presupuesto público.

El discurso de la defensa de las instituciones y su fortalecimiento suena muy bien, pero enfrentas un electorado desideologizado, que si le hablas de la defensa del derecho al porvenir, a la reinserción, te entiende que vas a dejar salir al criminal, lo que te están pidiendo no es justicia sino venganza, ¿cómo le vas a plantear eso a las víctimas?

Lo que estamos hablando de la reinserción es que sí están vinculados a proceso, ya están en prisión, están adentro, si ya hay un juez que dictó sentencia, los años que sean, lo que estamos planteando es que va a vivir su sanción, nadie se la va a perdonar, esa sanción la va a vivir, pero a la hora de que es castigado y entra a un penal, tienen que existir políticas adecuadas y pertinentes para la reinserción, para que cuando salga que no sea una opción delinquir de nuevo, y eso depende de las políticas del Estado, hoy seis de cada diez que salen reinciden, el castigo con pena de libertad no está siendo suficiente para que no vuelvan a delinquir, tenemos que armar un entramado institucional de política pública para conectarnos adentro y afuera. El tema no es el perdón, la amnistía, el tema es las políticas de reinserción, es una de las aristas que tenemos que solucionar para resolver la inseguridad.

En tu carrera política, otra de tus causas ha sido el feminismo, ahora formas parte de la vieja guardia feminista, ¿cómo vas a convencer a quienes forman parte de todos esos nuevos movimientos feministas y para qué?

Primero yo creo que no tenemos resuelto todo, entramos al mercado de trabajo, pero entramos con condiciones desiguales, precarias, estamos a cargo y eso tiene que ver con firma de convenios en el Senado y reformas legislativas que podemos arrancar desde el Senado y la Cámara de Diputados que tienen que ver con las tareas de cuidado. Todas estas feministas jóvenes hoy saben que si no resolvemos que los cuidados de los niños, de los enfermos, de los viejos, de las personas con discapacidad sean asumidos por el Estado y no sólo por la mujer, y también por los hombres, ahí necesitamos políticas culturales de género muy fuertes, pues vamos a tener una condición de precariedad porque se nos va a continuar exigiendo a las mujeres esos cuidados y no lo vamos a poder hacer. Ese es un tema que yo he impulsado y con el que estoy comprometida, es un tema de cohesión social, el derecho a ser cuidado que ya las mujeres no lo podemos garantizar, y es un tema también para aprovechar todos estos derechos, a la educación, al ingreso a la calle, tenemos que resolverlo, que no esté sobre nuestra espaldas.

El tema de violencia, efectivamente, mi generación manejo sobre todo el tema de la violencia doméstica, violación, sin embargo, esta ofensiva en el espacio público, la calle, hacia las mujeres, esta ofensiva para maltratarlas en la calle, pues nuestra generación no vivimos ese tipo de violencia que se está dando, hay una agresividad por parte de los hombres, hay coraje, hay odio y eso es feminicidio, que necesitamos parar, pero eso depende de muchas cosas, por ejemplo el aumento de las penas, en la Ciudad de México pasó de 30 a 60 años, pueden votar o no por mí, pero no me parece que esos 60 años puedan evitar que los hombres cometan feminicidio, porque además son situaciones de mucho odio, muy enfermas, de sexismo, que no lo vas a resolver con una pena más alta, ¿y la impunidad? Hay una autoridad que todavía duda, hay una autoridad que es muy masculina en su forma de ser, la procuración de justicia todavía duda si en realidad es culpa de las mujeres o de los hombres, duda de las mujeres; y por otra parte el aumento de feminicidio, sí los gobiernos como que no le entran directamente a activar el protocolo de feminicidio porque eso implica estadística, vamos a ver con qué políticas va a poderlo combatir. El otro día una feminista joven me dijo: Está muy bien todo eso que planteas de las mujeres y tal, pero cómo le llevan ustedes, mujeres clase media, a los pobres este discurso.

Yo espero lograr empatía con estos grupos feministas, somos muy diversas, somos muy distintas, hay como muchas posiciones.

Me sorprendió mucho porque en mi juventud fui acusada de pequeño burguesa porque siendo feminista dividía a la clase obrera, hacia mucho que nadie me decía que esto era contrario a las necesidades de las mujeres pobres, cuando ahí se lo pasan muy mal en los cuidados. Yo espero lograr empatía con estos grupos feministas, somos muy diversas, somos muy distintas, hay como muchas posiciones. Yo como secretaria del Trabajo en la Ciudad de México, le di credenciales de trabajador no asalariado a trabajadoras sexuales y ahí hubo una parte de las feministas abolicionistas, las que quieren que el trabajo y comercio sexual se aniquile, pues bueno, yo no soy de esa posición, yo pienso que hay que reglamentarlo para que se de en las mejores condiciones posibles; la credencial de trabajador no asalariado primero es un registro y luego es un espacio, en esta esquina, en este lugar puedes estar, al trabajador no asalariado no lo pueden extorsionar, ahí hubo sectores que me hicieron muchísima crítica, pero yo no soy abolicionista.

Lo mismo pasó cuando no quisiste poner la alerta sobre feminicidio en la Ciudad de México, señalaste que lo que se necesitaba implantar los protocolos, ¿cómo explicas esas sutilezas al electorado?

La alerta de género no es una vendetta, la alerta de género es una política pública muy seria que tiene sus instrumentos y lo primero que hace la alerta de género, que ahí dijimos: adelante, es hacer un diagnóstico y, luego, una serie de recomendaciones que tienes que cumplir entres seis y ocho meses, si no cumples las recomendaciones, entonces estás en rebeldía y si estás en alerta de género, te obliga como institución pública, como gobierno, a hacer las cosas; necesitamos que la alerta de género lleve sus procesos, que se realicen las recomendaciones que el grupo de expertos te hace en esos ocho meses; el objetivo no es la alerta sino que bajen los asesinatos y la violencia contra las mujeres.

 

Previo

Kumamoto, un disruptivo al Senado

Siguiente

Rexistimos

Sin comentarios

Deja un comentario