“Quise enfrentarme al miedo, para entender que te puedes morir intentándolo”: Melissa García Aguirre
Como sobreviviente de la violencia de género, la joven artista Melissa García Aguirre hace uso de la escritura, la fotografía, la selección de objetos, el video, el tatuaje, y el performance para crear una reflexión en torno al miedo.
Melissa García Aguirre es una artista visual y arte terapeuta que ha trabajado durante dos años en un proyecto artístico que reflexiona en torno al miedo. Como sobreviviente de la violencia de género, la joven artista parte de su propia experiencia para desarrollar este proceso artístico que se cuestiona lo siguiente: ¿cuál es la relación del miedo dentro de la violencia de género?
Para responder a esta pregunta, Melissa García ha implicado el uso de distintos métodos, desde la investigación académica, los procesos de transformación personal y, sobre todo, las prácticas artísticas. Es por ello que la artista hace uso de la escritura, la fotografía, la selección de objetos, el video, el tatuaje, y el performance para crear un espacio de diálogo entre el proyecto mismo y ella misma. Esto tiene como finalidad la sistematización del material físico y simbólico en la búsqueda de un lenguaje poético personal: el cuerpo.
El Proyecto Miedo de Melissa García será presentado este jueves 26 de abril en Sala de Emergencias (una casa privada busca generar dinámicas de exhibición y de diálogo para los artistas), ubicada en Medellín 264, colonia Roma Sur, en la CMDX. Este proyecto tendrá tres días de exhibición: el jueves 26 en el cual la artista dará lectura a su texto de investigación “El miedo y la migración de las ballenas”; el sábado 5 de mayo, en el cual se llevará a cabo el performance MIEDO; y la clausura será el miércoles 9 de mayo, donde se buscará una charla entre la artista y los asistentes en torno a las artes, el miedo, la violencia, el placer y el género.
“La propuesta inicial era hacer un proyecto —desde una perspectiva autobiográfica— con el análisis alrededor del miedo que incluyera composición musical y performance. En ese momento estaba interesada en la relación del ruido con el miedo. Entonces tenía la idea de seleccionar objetos utilizados como herramientas de violencia para manipularlos de forma que se hicieran sonoros y desarrollar una composición musical experimental y performática. Pero el análisis durante el proyecto me hace darme cuenta, a partir de la escritura, que lo que realmente está más vinculado con la violencia no era el ruido sino el silencio”, afirmó la también gestora cultural, originaria de Monterrey, en entrevista para Tercera Vía.
Nacida en 1987, la artista precisó la relación con la escritura: “Decir con palabras lo que estaba ausente o lo que está detrás de la forma en que se orquesta la violencia”. Y explicó: “Podríamos decirlo muy superficialmente como ‘lo que no se dice’ o ‘lo que se calla’, y aunque sí implica ese nivel superficial en el que todas y todos nos callamos la violencia, hay otro nivel atrás que es precisamente la pregunta de mi proyecto: cómo se vincula el silencio con la violencia que yo viví, y cómo fue, qué me implicó y dónde se manifiesta en mi cuerpo o en mi forma de entender mi relación con lo femenino y con lo masculino”.
En la práctica este proyecto busca “dejar un estado de domesticación y pasar a un estado silvestre”, según afirmó la artista. El proyecto también busca la metáfora entre lo conceptual y lo poético. “Estoy utilizando la metáfora de las ballenas para describir el proceso de investigación, no es que la metáfora esté vinculada con el proceso de creación sino que está añadido al final del proyecto como una forma que me ayuda a describir lo que pasó en mí, y lo que pasó durante el proceso artístico”.
“Quise enfrentarme al miedo directa y profundamente, solamente para entender que te puedes morir intentándolo, que habita en un lugar imposible de acceder, a menos que te atrape y ya no vuelvas, lo que sí se puede es girar alrededor, avanzar en espiral, surfearlo en el punto exacto, como las olas”, esto lo lee la artista de una parte de las notas preliminares de su ensayo “El miedo y la migración de las ballenas”. Este texto también se convertirá en un libro, que formará parte de Proyecto Miedo.
Enfrentarse al miedo fue una acción que implicó de mucha fuerza personal por parte de la artista, quien como sobreviviente de violencia tuvo que regresar nuevamente a esa misma violencia y al miedo para desarrollar este proyecto artístico que duró dos años. “Con los años de psicoanálisis, pensé que me sería sencillo, pero en realidad fue como meterme al mar sin considerar que hay seres vivos dentro de esa masa que luce a la distancia como oscura y uniforme, o que si un animal se parece a otro seguro están emparentados, porque su apariencia lo sugiere”, concluyó Melissa García.