Frida Kahlo inspiró al personaje Helga, de “Hey, Arnold!”
La famosa caricatura “Hey, Arnold!”, que marcó la infancia de generaciones que crecieron a finales de los años noventa, tiene un personaje inspirado en una destacada artista mexicana. Helga Pataki, personaje de dicha serie de dibujos animados, fue creado a partir de una fotografía de la pintora Frida Kahlo cuando era una niña.
Esta información fue confesada por el autor de la caricatura, Craig Barlett. Quien, en una entrevista para el diario venezolano El Estímulo, confirmó que Helga, la eterna enamorada del protagonista Arnold, está inspirada en el retrato de Kahlo.
Frida Kahlo tenía 11 años cuando fue fotografiada por su padre el fotógrafo Guillermo Kahlo, en 1919. En la iconica fotografía pintora luce un enorme moño. Por esta razón, el elemento del moño, es compartido por el personaje animado, el cual luce un gran moño amarillo sobre la cabeza.
Pero el moño no es el único elemento que Barlett incorporó a su personaje. También el detalle de las cejas gruesas son un distintivo de Helga, que comparte, como es evidente, con las cejas características de la artista mexicana.
Además de estos detalles, el autor incorporó el ambiente del realismo mágico de Gabriel García Márquez. Pues la serie animada está inspirada fuertemente por la lectura de las obras “Cien años de soledad” y “El amor en los tiempos del cólera”.
La influencia de las obras de Gabo se puede ver reflejada en el diseño del barrio donde viven Arnold y Helga, en cada rincón de este barrio hay elementos que el Barlett incorporó del realismo mágico. Por ejemplo, el singular cuarto del ático, donde las escaleras están en la pared y tienen un enorme tragaluz.
La película “Hey Arnold: The Jungle Movie” se estrenará el 24 de noviembre y promete resolver las dudas de varios fans sobre cuestiones sueltas a lo largo de su existencia.
La perturbadora historia “real” detrás de la caricatura
El origen de “Hey, Arnold!”, según un integrante que participaba en la transcripción de los guiones de la animación, es una historia real ocurrida en Moscú, Rusia.
Una niña de 14 años aproximadamente, sufría de trastorno bipolar (que en su caso era extremadamente peligroso).
Ella (Helga) era la niña “rara” en la escuela y Arnold, un chico joven de su misma edad, que se acercaba a ella para ayudarla y hablarle. Pero un día Arnold se dio cuenta de que ella no andaba muy bien de la cabeza, y se alejó. Comenzó entonces el problema.
Helga entró en una depresión grave, con muchos intentos de suicidio. Su familia no la podía controlar, por eso decidió internarla, pero la niña no quería. Cuando estaba en su casa se escapaba todos los días para espiar a Arnold y seguirlo.
A Arnold y a su familia no les agradaba esto, y lo hicieron saber a la familia de Helga, la cual ya desesperada por encontrar una solución, encerraron a Helga en una institución de recuperación mental.
Pasó una semana y Helga escapó, soñando con su amor imposible. A Arnold le daba miedo, por lo que hizo que la internasen en un psiquiátrico restringido para personas con problemas más graves.
Allí Helga sufrió una semana porque al séptimo día de internada, percatándose de que no podía huir, se cortó la mano para que la llevasen a un hospital. Lugar de donde huyó, pero no encontró a Arnold, desangrándose en el camino y cayendo muerta.
Cuando la policía la encontró, la condujeron a la morgue. Analizado su cuerpo, se encontraron unas letras marcadas en la piel (aparentemente eran cortaduras) que formaban el nombre Arnold. La historia es trágica y, posiblemente algún psicólogo del último internado la vendió a un productor.