La reconstrucción luego del #19s
La reconstrucción en 2017 será mucho muy distinta a la de 1985. De las muchas diferencias veo dos que son clave, una conduce a la otra.
La primera es que en 1985 los damnificados eran fundamentalmente inquilinos, pobres o de clase media pero inquilinos.En las colonias pobres muy afectadas como la Guerrero, Tepito, Centro, Doctores, etc. se decretó una expropiación de cientos de vecindades en las que luego se construyó vivienda popular que se vendió a los damnificados a precios casi simbólicos. En Tlaltelolco, la otra gran zona afectada, los damiificados eran inquilinos del gobierno, pues esos edificios estaban en una modalidad de propiedad en la que el estado era el propietario. Se reconstruyó Tlatelolco y se vendió la vivienda a los damnificados, igualmente con créditos blandos. Los damnificados en 1985 terminaron siendo propietarios.
En 2017 la mayor parte de los damnificados ya son propietarios, además están asentados en zonas de clase media o alta (con la excepción de Xochimilco y Tláhuac).
Y aquí viene la segunda diferencia. Las fabulosas condiciones de la reconstrucción en 1985 se lograron gracias a que nació una enorme y poderosa organización de damnificados, que para el día 27 ya había realizado una gran manifestación, en solo unos días se gestó la organización en cada colonia y luego la unión de colonias en la Coordinadora Única de Damnificados (CUD). Nadie negoció por su cuenta. La negociación fue colectiva durante tres años. Y cayeron secretarios, y el regente y los delegados; y se firmó un Convenio de Concertación que establecía las reglas de la reconstrucción. Y la CUD logró 80 mil viviendas nuevas o reconstruidas, siempre actuando en colectivo. Y los damnificados no se sintieron solos, vivieron la experiencia de forma colectiva.
Todo parece indicar que en 2017 el gobierno espera que cada vecino lo enfrente solo. La negociación colectiva siempre le estorba al poder. Ojalá que algo suceda y los damnificados se coordinen de alguna manera, aunque la clase media no tiene mucha experiencia en la acción colectiva.
Si yo que no perdí nada la he pasado mal estos días, no imagino lo que cada familia esté viviendo en su soledad, sin saber a quién acudir, a quién preguntar, sin saber dónde van a vivir, si podrán recuperar su patrimonio, sin saber qué es lo que les espera.
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Opinión tomada del Facebook de la autora