La obra “El divino Narciso” revisita las ideas feministas del siglo XVII
La compañía de teatro La Rendija escenificará la obra “El divino Narciso”, una versión de Raquel Araujo del auto sacramental homónimo de Sor Juana Inés de la Cruz. Bajo la dirección de la propia Araujo, tendrá lugar los jueves y viernes a las 20 h, los sábados a las 19 h y los domingos a las 18 h, hasta el 24 de septiembre en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
Esta obra revela el encuentro de las ideas de mujeres mexicanas del siglo XXI con las de mujeres del siglo XVII en la Nueva España. La historia narra la llegada del cristianismo al continente americano a través de la loa como una revisión crítica de la Conquista y del auto sacramental que fue utilizado por la religión para evangelizar al pueblo y evitar el paganismo.
La puesta en escena, que formó parte de la programación oficial del 40° Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, en España, es representada como un juego áureo mediante un viaje sensorial en el que los espectadores decidirán si desean ir al cielo o al infierno, a la gracia o a Babel. Con ello se busca recordar que, en su esencia, el teatro es un juego sagrado.
En entrevista para el INBA, Raquel Araujo comentó: “Aludo a la mujer como eje del punto de vista, como posición desde la que nos aproximaremos a un proceso escénico específico. Construimos lo que hemos llamado un juego áureo: la forma en la que partimos de Sor Juana a nuestras propias derivas provocadas por la lectura de “El divino Narciso” y recorridas por nuestras inquietudes como mujeres que viven un país en transformación”.
Agregó que Sor Juana Inés de la Cruz “es una de las grandes escritoras mexicanas y sus textos son vigentes. Como mexicanos es necesario que pongamos en escena a nuestros grandes escritores, los conozcamos y los revisemos en el siglo XXl. Sor Juana no estará en el escenario porque murió hace 322 años, pero su pensamiento estará en nuestras voces, y por ello estará en nuestros cuerpos.
“Nuestra expectativa se deposita en el encuentro posible entre nosotros y las personas que lleguen a acompañarnos en las funciones. Pedimos a los espectadores que nos miren con los oídos y que nos escuchen con los ojos; que se dejen seducir por la palabra del verso barroco de Sor Juana y por sus paisajes sonoros, que en “El divino Narciso” son enigmas, secretos, ecos de voces de hace 300 años”, finalizó al directora.