El mercado negro está acabando con el tiburón ballena
La mayoría de las aletas de tiburón y las branquias de manta raya que se venden en todo el mundo para las medicinas tradicionales provienen de especies en peligro de extinción, reveló un estudio de la Universidad de Guelph.
Utilizando tecnología de vanguardia para revelar códigos genéticos, los investigadores descubrieron que el 71 por ciento de las aletas y branquias secas recolectadas de los mercados y las tiendas procedían de especies que se consideraban en peligro y, por lo tanto, prohibidas para el comercio internacional.
“A pesar de la controversia en torno a la sopa de aleta de tiburón y el hecho de que muchas de estas especies están amenazadas, todavía hay un gran mercado para las aletas de tiburón y una creciente demanda de branquias”, dijo Dirk Steinke, profesor de biología integrativa y miembro del Centro de Biodiversidad Genómica. “Es un área que hasta ahora ha sido difícil de hacer cumplir porque las aletas de tiburón se secan y procesan antes de que se vendan, lo que hace difícil identificar la especie”.
Publicado en Scientific Reports, el estudio se llevó a cabo con investigadores del ‘Instituto de Investigación Guy Harvey’ y ‘Save Our Seas Shark Research Center’ en la Universidad Nova Southeastern en la Florida.
Los investigadores recolectaron 129 muestras de mercado en Canadá, China y Sri Lanka representando 20 especies de tiburones y manta rayas. Doce de esas especies, incluidos los tiburones ballena, figuran en las listas de especies protegidas e ilegales para el comercio, en virtud de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
“Nos sorprendió encontrar que las aletas y las branquias del tiburón ballena se estaban vendiendo”, dijo Steinke. “Este magnífico animal ha estado en los apéndices de la CITES desde 2003.”
Desarrollado en la U de G, el código de barras de ADN permite a los científicos identificar especies de organismos utilizando su material genético.
“La codificación de códigos de ADN es una herramienta ideal cuando se identifican muestras secas o muestras que han sido procesadas”, dijo Steinke. “Proporciona a las agencias de cumplimiento un método para detectar si las aletas y las branquias que se venden son especies legales o ilegales importadas”.
Aproximadamente la mitad de las 1.200 especies de tiburones y rayas del mundo están catalogadas como amenazadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), incluyendo 20 que no pueden ser objeto de comercio internacional.
Este estudio ha demostrado que el código de barras de ADN puede ser un método para ayudar a prevenir que las especies protegidas sigan siendo explotadas por el mercado negro. La sociedad consume tiburones en diferentes presentaciones sin saber que se lleva a la mesa al depredador tope de los océanos, mismo que es vital para el equilibrio ecológico, además de que su carne puede tener efectos nocivos en la salud humana debido al alto porcentaje de mercurio detectado a través de estudios científicos.
- Con información de Phys.org.
- Selección, traducción y edición del Colectivo Alterius.