California y el uso del Cannabis

 

En los Estados Unidos en el estado de California pronto se realizará una votación que implica pronunciarse a favor o en contra de los diversos usos, comercialización y venta de una planta reconocida a nivel mundial por sus efectos en la conducta humana y que hoy se considera pudiera tener  un uso recreativo en mayores de 21 años. Una Proposition (ocupando la terminología en inglés) es una sugerencia sobre algo para ser aceptado o hecho. En el sentido de la legislación norteamericana es la oportunidad donde los ciudadanos a nivel estatal votan a favor o en contra de determinadas propuestas para hacerse leyes. En el caso del Cannabis o Marihuana, este noviembre se votará la“Proposition 64” que plantea la legalización de la marihuana para uso recreacional por adultos de más de 21 años.

Como se verá más adelante la propuesta como en otras ocasiones despertó ya un debate significativo en aquel país y sus resultados tendrán efectos significativos en el nuestro donde desde hace años se libra un combate frontal contra la producción, distribución y venta de esta planta por considerársele que cualquiera de estas actividades son ilícitas y constituyen un delito conocido como narcotráfico. Un sector quizá aún indeterminado de personas en nuestro vecino país consumen este enervante de los sentidos, en otros términos, se trata de un consumidor significativo de esta planta. Ante la inminencia de la consulta se ha despertado un debate por demás complejo por sus implicaciones éticas, políticas, sociales y en evidencia económicas, pasando por los temas relativos a la salud, la seguridad pública  y la seguridad interior

Las posiciones van desde la perspectiva que asume que el Estado no está ahí para prohibir a los ciudadanos elecciones que tienen que ver con sus decisiones privadas hasta los que plantean que el Estado tiene la responsabilidad de velar por la salud pública y la salubridad general de las personas, pareciera que ambas posturas han debido procesar sus diferencias a través de la decisión mayoritaria en las urnas y la consultas a los electores, en evidencia existe una multiplicidad de posiciones intermedias unas que apelan a establecer límites a las conductas individuales por sus posibles consecuencias en el bienestar público, otras que señalan que las limitaciones trastocan los principios de libertad individual  y otras más que señalan que las acciones prohibicionistas sólo generan mayores males públicos que los que buscan resolver como es el caso del alcohol, el tabaco y en este caso de la mariguana, por sólo citar algunos de los argumentos generales.

En este momento, la Propuesta, llamada Adult Use: Proposition 64  plantea que la venta y cultivo de este producto estará gravado y con el dinero obtenido podrían encaminarse las investigaciones y persecuciones a la búsqueda de laboratorios de metanfetaminas, así como a proyectos de protección civil. De acuerdo con estudios como el “Smith Johnson Research” se podrían obtener ganancias de billones de dólares. Así las cosas la venta de mariguana serviría para perseguir la comisión del delito por la producción y venta de otras drogas, su venta supondría ganancias considerables y se abriría un nuevo  “nicho de mercado”.

De acuerdo con el documento, los puntos clave a considerar son los siguientes: 1) A pesar de que la ley sea a nivel estatal, los condados podrán decidir si permiten o prohíben los establecimientos de venta de cannabis; 2)  Aunque esos condados prohíban los establecimientos o tiendas de venta de cannabis, eso no impedirá que se pueda cultivar en casa ese producto: 3) Los establecimientos de alcohol y tabaco no podrán vender cannabis que no sea con fines médicos; 4) Se establecerá un certificado orgánico para marihuana y sus productos; 5) Será claro el origen de donde proviene la planta, esto pues hay regiones conocidas por producir marihuana de calidad; 6) Se podrá entregar a domicilio a partir de licencias para distribuir y otorgar tal servicio; 7) Parte de la iniciativa plantea que sólo se podrá producir cannabis en zonas donde exista suficiente suministro de agua; 8) Se prohibirán productos que puedan confundirse con marihuana comercial; 9) No se darán licencias de eventos para promocionar estos establecimientos y sus productos; 10) Para evitar que los anuncios de radio y televisión lleguen a niños, sólo se permitirán que éstos se transmitan cuando haya al menos 71.6% de población de 21 años o más; 11) Se permitirá el establecimiento de locales en donde se pueda fumar, vaporizar e ingerir marihuana; 12) Se prohibirá el establecimiento de grandes productores y con ello evitarse los monopolios.

A pesar de que la ley sea a nivel estatal, los condados podrán decidir si permiten o prohíben los establecimientos de venta de cannabis

Como puede apreciarse en los puntos antes citados se tiene ya toda una serie de normas, procedimientos e instrumentos para dar paso a la producción, circulación y consumo de este producto, y se prevén también asuntos relativos a calidad, acceso, publicidad, y hasta una previsión antimonopolios, esto es, un “cómo hacerlo”, para que sus efectos sean predecibles. Bajo estas consideraciones se abre un debate mayor dado que hasta ahora las políticas para reducir el consumo han sido  infructuosas, en ese sentido, hay quienes señalan que si cada vez que el Estado se declare incapaz de hacer cumplir  la ley entonces convertirá las conductas ilícitas en razón de mercado, y por otro se señala que es precisamente la legislación prohibicionista  que trata de evitar lo inevitable la que ha generado el surgimiento de mafias, estigmatizaciones sociales y pérdidas  millonarias de recursos y vidas en el combate a lo que no se puede combatir, o bien que el Estado debería de ocuparse de establecer legislaciones racionales en que el consumo de ciertas sustancias sea regulado al amparo de la propia ley para fortalecer la eficacia del Estado de derechos y evitar que algunos se enriquezcan poniendo el riesgo a las instituciones debido al consumo de sustancias que en sí  no representan mayor riesgo que el consumo del alcohol o del tabaco.

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No es la primera vez que se intenta establecer una regulación de este tipo, en 2009 el asambleísta Tom Ammiano introdujo la Marijuana Control, Regulation, and Education Act que pretendía se removieran todas las sanciones en torno al cultivo, transporte, ventas, compras, posesión y uso de la marihuana y tetrahidrocannabinol que es el principal constituyente psicoactivo del cannabis, sin embargo esta iniciativa no llegó a boletas. Después en el año 2010 se votó por la California Proposition 19 que tenía la misma idea, con ello gobiernos locales podrían regular y tasar la venta de marihuana y sus actividades, sin embargo esa ocasión la propuesta perdió por una mayoría del 53.5% en las elecciones de ese año.

Este año, de acuerdo con diversos estudios y encuestas como Institute of Governmental Studies, Public Policy Institute of California y Smith Johnson Research, muestran que la tendencia es favorable para aprobar esta iniciativa. Los tres muestran que el grado de aprobación se encuentra entre el 56% y el 63%, las elecciones será en noviembre de este año. Propuestas similares están también en los estados de Arizona (con la Adult Use: Proposition 205), Maine (Adult Use: Question 1), Massachusetts (Adult Use: Question 4) y Nevada (Adult Use: Question 2).

En el caso de esta elección en California pareciera que sus alcances serán mayores bajo un resultado afirmativo de la propuesta por su poder económico, por el mosaico de una multiplicidad de migrantes y sus descendientes que ahí viven, por la convivencia de culturas, lenguas, y tradiciones que  se recrean en este espacio del mundo, y desde luego porque California es un referente de la cultura global.

México tendría que cambiar su legislación para estar en condiciones de participar en el mercado estadounidense

Por ello, es importante dar seguimiento a los resultados y al análisis de esos resultados, los cuales alcanzarán necesariamente al debate que hace unos meses se emprendió en nuestro país donde todas las voces han participado y cuyas consecuencias no serán menores, incluso para el análisis de la política de seguridad pública. Los Estados Unidos tendrán que hacer lo mismo, porque de aprobarse esta propuesta el problema con Valgan una notas finales a modo de ironía en el caso de que las legislaciones en Estados Unidos sigan por ese camino probable, entonces la situación con México en la materia se encaminaría a que el caso de la mariguana no sería más de narcotráfico sino de contrabando, esto es cuando se lleve a ese país la planta sin pagar impuestos y sin cumplir con las normas fitosanitarias, para que eso no sucediera México tendría que cambiar su legislación para estar en condiciones de participar en el mercado estadounidense,   a menos que aquí se prohíba y allá no, lo cual de ser así tendría efectos en la relación comercial porque aquí no pagaría impuestos y sería más competitiva en el mercado de ese país, esta ideas no están tan lejos ante el peso que las decisiones ponen a la realidad.

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