Reducir un 50% el tiempo de traslado y un 25% las emisiones contaminantes en la CDMX, es posible

¿Que pasaría si te dijeran que reducir un 50% el tiempo de traslado y un 25% las emisiones contaminantes en la Ciudad de México es posible? Y que además esto reduciría el uso de la gasolina y todo gracias a las matemáticas.

Pues es real, investigadores del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron algoritmos para agilizar el tránsito de los usuarios del metro, la sincronización de semáforos y mejorar el flujo de automóviles.

El investigador Carlos Gershenson García explicó que tan sólo los semáforos autoorganizantes reduciría el 50% el tiempo de traslado y un 25% las emisiones contaminantes, además de producir un ahorro de gasolina.

¿Y cómo funcionan los semáforos autoorganizantes? Estos tienen sensores, a través de los cuales se detectan los puntos con mayor tráfico a fin de permitir el flujo más ágil, es decir, en los puntos con menos congestionamientos se podría detener el paso para permitir el tránsito de las zonas con mayor cantidad de autos. Este es un sistema que ya se utiliza en ciudades como Bruselas y Nueva York.

En el caso del metro la propuesta es utilizar el modelo de comunicación de las hormigas para hacer más eficiente el ascenso y descenso de pasajeros. Aunque el Sistema de Transporte Colectivo Metro está interesado en probar el protocolo en la estación Pino Suárez, están esperando la autorización de recursos por parte de Conacyt.

Esta propuesta consiste en establecer el tiempo máximo de espera en las estaciones, controlar el flujo de usuarios a los andenes y el espaciamiento de los trenes. Se pretende que las pantallas de las estaciones indiquen el tiempo transcurrido desde la partida del último tren y el tiempo de espera para el siguiente.

Para apresurar el ascenso y descenso de pasajeros se propone que algunas puertas del vagón sean usadas para bajar y otras para subir, así como crear regiones de espera para evitar roces y choques entre los usuarios que entran y salen.

Con información de Fundación UNAM.