La geopolítica de la beneficiencia pública.

Uno de los elementos más importantes para el desarrollo mundial hoy en día son las aportaciones económicas que hacen algunos países en proyectos que fomenten el crecimiento y el mejoramiento en la calidad de vida de las personas en países subdesarrollados.

Estas inversiones, sin embargo, muchas veces terminan por generar relaciones de dependencia entre los países donadores y quienes reciben el dinero. En muchas ocasiones este tipo de injerencias, por más buenas que parezcan, bloquean el desarrollo de las sociedades subdesarrolladas debido a la implementación de políticas ajenas a los problemas reales de los países.

La donación por parte de países ricos a pobres también implica una fuerte relación de poder. Muchos países ven en estos aportes un mecanismo de control hacia ciertos países o regiones del mundo. Con esto, por ejemplo, los donadores buscan que en el futuro sus apoyos generen una mayor expansión de sus mercados e influencia política.

Por estas y muchas razones más es importante saber que países son quienes destinan más dinero en proyectos de desarrollo. No solamente para conocer los países que más invierten en el combate hacia la pobreza, el hambre, etc, sino también para comprender el orden geopolítico de la beneficencia para así también entender los intereses de los países desarrollados.

De acuerdo con cifras de la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico, en 2014 la cantidad total en dólares de asistencia para el desarrollo fue de $137.2 billones de dólares. Esta suma representó un aumento del 1.2% con respecto a 2013 y un incremento del 70% desde el 2000. A pesar de esta fuerte cantidad de dinero destinado al desarrollo en países pobres, las donaciones de países ricos solamente representa el 0.30% del PIB mundial.

Los aportes económicos para el desarrollo de países pobres se concentran principalmente en los países que integran el G7. Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón y el Reino Unido aportan el 71% del total de las donaciones.  De estos países, son los europeos quienes más aportan al sumar el 55% de los aportes económicos.

En términos absolutos, los países que más dinero aportan son los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania. Sin embargo, en términos relativos al PIB las naciones que más ingresos destinan a labores de desarrollo son Suecia, Luxemburgo y Noruega. Estos últimos tres países destinan más del 1% de su PIB en aportaciones económicas a países subdesarrollados.

Estos datos demuestran la fuerte presencia de occidente en los proyectos de desarrollo a nivel mundial. Si bien esto puede entenderse bajo la perspectiva que el dinero otorgado es una forma de corregir los errores realizados por occidente sobre los países desarrollados, también puede entenderse bajo una óptica de control y dominación de estos países hacia diversos países y regiones del mundo.

Tablas: OCDE.