Diversidad Corporal y Tamales: Una Reflexión Cultural sobre la Inclusión y la Identidad  

Alguna vez te has preguntado ¿qué tienen en común la diversidad corporal con los tamales? Tanto en la gastronomía como en la vida cotidiana, se tienen que seguir reglas, ajustarse a un patrón y seguir una “receta” para obtener el resultado perfecto. Los pasos a seguir son la parte más difícil, ya que puede llegar a ser limitante. Te contamos cómo esta analogía funciona como una reflexión de que todas y cada una de las diversas corporalidades, existen y ¡está bien!

¿Qué es la diversidad corporal?

Básicamente la idea de este concepto parte de la propuesta de que todos los tipos de cuerpo deben ser valorados, reconocidos y respetados. Según el Cuadernillo de sensibilización sobre temáticas de diversidad corporal gorda, la diversidad corporal se define como “el término se utiliza para referirnos al conjunto de corporalidades en sus múltiples diferencias y similitudes que no pueden ser asociadas a un modelo único de cuerpo”. Lo diverso, refiriéndose a la variedad de tallas, colores, formas e identidades. Mientras que lo corporal se basa y, a su vez, desafía el discurso de que existe únicamente un modelo de cuerpo que es “ideal” rechazando a todos aquellos cuerpos que no se ajustan a esta regla. El reconocimiento de este concepto nos puede ayudar a construir una relación respetuosa con el propio cuerpo, como con los cuerpos de las demás personas.

¿Qué representan los tamales?

Además de ser un platillo que a los mexicanos nos encantan, los tamales representan la riqueza cultural que existe en Latinoamérica. Su variedad de sabores, tamaños y presentaciones lo hacen diverso, e independientemente de cuál te guste más o si de plano no te gusta cierto sabor, hay mucho por dónde elegir. 

¿Pero qué tiene que ver uno con el otro?

Tanto la cultura gastronómica como la representación corporal han sido históricamente moldeadas por normas culturales y sociales. Ambas culturas tienen la presión de seguir cierta estructura, ciertos pasos y en algunos casos, existe cierta resistencia a dejar lo tradicional, y con ello evitar probar alternativas para obtener un resultado diferente. Sin embargo, esto ha cambiado a lo largo de los años. Por un lado, la gastronomía ha evolucionado al abrazar nuevas combinaciones de sabores y el uso de ingredientes que tradicionalmente no elegirían. Por otra parte, la conversación en torno a la diversidad cultural ha intentado resignificar el concepto del modelo corporal ideal, dando pie a un discurso inclusivo que promueve la aceptación de los cuerpos en todas sus formas. 

En ambos conceptos aplica la premisa de que cada comunidad ha adaptado estas culturas haciéndolas parte de su identidad. Por ejemplo: en Nayarit existe la cultura de que en las fiestas decembrinas se ofrecen tamales. Pero no es tu tamal típico, este platillo lleva un ingrediente estrella, que es… camarón. Este tipo de tamal ha sido aceptado y abrazado en la comunidad nayarita, extendiendo su tradición hacia otras regiones. Algo que sucede con la cultura del body positive y la inclusión de cuerpos es que se ha extendido hasta la cultura pop, desde series de televisión hasta podcasts. El movimiento ha crecido tanto que existen activismos dedicados a la promoción de estos temas. Ambos conceptos están evolucionando hacia una aceptación más inclusiva de la diversidad. 

Todos los tipos de cuerpos, como los tamales, son válidos

Sabemos que se acercan las fiestas decembrinas, y por qué no, es la temporada ideal para disfrutar un tamalito. Queremos recordarte que no tienes porqué limitarte al momento de comer.  

Al igual que los tamales, los cuerpos no tienen un molde único; cada uno tiene su encanto y propósito. Y sobre todo, nos hace reales. 

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