Rosario Piedra al Frente de la CNDH: Entre la Controversia y las Omisiones en Derechos Humanos

Desde su designación en 2019, Rosario Piedra Ibarra ha estado bajo el escrutinio de organizaciones y colectivos, quienes la han acusado de carecer de independencia, debilitar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y mostrarse complaciente con el gobierno. La crítica más contundente apunta a su falta de acción en temas de alto perfil, especialmente aquellos que involucran a las Fuerzas Armadas, en un periodo donde México atraviesa una militarización creciente.

La toma de la CNDH y las primeras señales de descontento

Uno de los primeros momentos críticos ocurrió en septiembre de 2020, cuando familiares de víctimas de violencia y colectivos feministas tomaron las instalaciones de la CNDH en protesta por lo que percibían como una incapacidad del organismo para defender a las víctimas. La toma, que simbolizó el descontento de víctimas y colectivos con la falta de respuestas de la CNDH, mostró los límites del organismo bajo la gestión de Piedra​. Esto derivó en una serie de acusaciones y demandas para que la presidenta tomara acciones concretas en defensa de las víctimas, especialmente en casos de feminicidios y desapariciones.

Casos de omisiones y la crítica por falta de autonomía

A lo largo de su gestión, Piedra ha sido señalada por su inacción en temas relacionados con violaciones graves de derechos humanos. Entre 2020 y 2024, aunque la CNDH recibió miles de quejas contra la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), apenas emitió un puñado de recomendaciones, en comparación con otros años donde el organismo se había mostrado más proactivo. Casos de alto perfil, como el asesinato de 25 personas en Chiapas, la muerte de la niña Heidi en San Luis Potosí y la ejecución de sacerdotes en Chihuahua, no recibieron ninguna recomendación pública de la CNDH, aun cuando estos eventos despertaron una intensa crítica social y evidentes sospechas de abusos de las fuerzas de seguridad.

Otro ejemplo significativo de omisión fue el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico en Cerocahui, Chihuahua, en 2022. A pesar de la indignación pública y las denuncias por omisiones de la Guardia Nacional en la protección de la zona, la CNDH se mantuvo en silencio, evitando emitir recomendaciones o posicionarse en contra de las acciones de las Fuerzas Armadas, que históricamente han sido señaladas por violaciones de derechos humanos en México​.

Militarización y falta de respuesta de la CNDH

Uno de los temas más controvertidos ha sido la militarización de la seguridad pública en México, un proceso acelerado bajo la administración actual. En 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso trasladar el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Este cambio fue interpretado por muchos como una violación constitucional, y se esperaba que la CNDH interpusiera una acción de inconstitucionalidad. Sin embargo, lejos de oponerse, Piedra apoyó la medida, alineándose con el Ejecutivo federal. La Suprema Corte de Justicia de la Nación finalmente anuló esta reforma, en lo que se percibió como una derrota para el gobierno y una muestra más de la falta de autonomía de la CNDH bajo la dirección de Piedra​.

Una CNDH alineada políticamente

Durante su gestión, Piedra ha emitido declaraciones que muchos consideran partidistas, dirigidas a defender al gobierno o criticar a organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE). Por ejemplo, en 2024, Piedra respondió a las críticas sobre su administración tachando de “mentiras y calumnias” las acusaciones en su contra. Además, durante el proceso electoral de 2021, la CNDH emitió un pronunciamiento criticando a los partidos políticos de oposición y a medios de comunicación, a quienes acusó de intentar interferir en el derecho a la democracia en México, alineándose de forma abierta con el discurso gubernamental.

Además, en 2022, la CNDH eliminó de su portal una serie de recomendaciones emitidas antes de 2015, lo cual fue interpretado como un intento de limpiar el historial del organismo. A pesar de reponer posteriormente los documentos, el daño a su credibilidad ya estaba hecho, especialmente entre los familiares de víctimas que se sintieron invisibilizados por la institución que debería defenderlos.

Renuncias en el Consejo Consultivo de la CNDH

La relación de Piedra con el Consejo Consultivo de la CNDH, un órgano interno que supervisa y asesora al organismo, ha sido otro foco de crítica. En 2023, los seis miembros del consejo renunciaron en protesta, denunciando que Piedra les impedía desempeñar su labor y argumentando que su participación era ignorada o rechazada. En un comunicado conjunto, los consejeros declararon que la presidenta solo los mantenía para legitimarse, mientras obstruía constantemente sus recomendaciones.

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Piedra busca la reelección: ¿un nuevo golpe a la CNDH?

A pesar de las críticas, Rosario Piedra ha manifestado su intención de postularse para un segundo mandato al frente de la CNDH. Esta decisión ha provocado una indignación generalizada, pues muchos consideran que su gestión ha dañado seriamente la autonomía y legitimidad de la CNDH. Para analistas y defensores de derechos humanos, la reelección de Piedra implicaría consolidar la subordinación de la CNDH al gobierno federal y marginar aún más a las víctimas. Los resultados de su administración han dejado un organismo débil, limitado en su capacidad para actuar frente a los abusos de poder y alejado de su misión fundamental de defender los derechos humanos en México.

Un organismo en crisis

La gestión de Rosario Piedra al frente de la CNDH ha sido una de las más polémicas en la historia reciente de la institución. Con una estructura debilitada, una constante falta de autonomía y una serie de omisiones graves en casos de derechos humanos, el organismo ha perdido la confianza de la ciudadanía y de múltiples colectivos. La posibilidad de que Piedra continúe al frente de la CNDH genera inquietud y desesperanza entre quienes buscan justicia y protección, en un país donde las violaciones a los derechos humanos siguen en aumento.

Esta crisis institucional llama a la reflexión sobre el futuro de la CNDH y su papel en México. Sin cambios de liderazgo y una redefinición de su misión, la CNDH corre el riesgo de seguir siendo vista como un organismo débil y complaciente, dejando desprotegidos a quienes más necesitan de su respaldo en un contexto de violencia y militarización.

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