Gobierno Federal reconoce que habrá afectaciones críticas por el Tren Maya y devastación de 500 hectáreas, busca seguir con la obra
Por si había duda del impacto ambiental ante el plan de deforestación de casi 500 hectáreas de selva por el Tren Maya, el mismo Conacyt lo ha calificado como objeto de afectación crítica, con consecuencias concretas en el sistema de cuevas, cenotes y la fragmentación del hábitat de especies como el jaguar.
Revelado por El País en un reportaje de Teresa de Miguel, el estudio de impacto ambiental avalado por el Instituto de Ecología de Conacyt acepta y justifica la mencionada devastación ambiental como parte de un impulso por el desarrollo turística que básicamente -argumentan para aprobar el Tren Maya- ya estaba en marcha.
Dice el reporte:
El documento corresponde únicamente a la sección sur, la que va de Playa del Carmen a Tulum, pero todavía falta que se publique la norte, la que va de Playa del Carmen a Cancún. El estudio de más de 1.800 páginas ahora debe ser revisado para su autorización por la Secretaría de Medio Ambiente en un tiempo récord, ya que la semana que viene está prevista la audiencia para determinar la suspensión definitiva de las obras.
Si el juez llegase a ordenar una suspensión definitiva, la construcción tendría que parar hasta que se resuelva el juicio, lo que podría durar meses o incluso años. El Gobierno está intentando evitarlo a toda costa.
O en pocas palabras: se reconoce la pérdida de 500 hectáreas (sólo de la parte sur del proyecto) y se justifica afirmando que su cuidado poco o nada hará ante la tendencia voraz de desarrollo turístico a la zona.
Y no, no se habla de las estructuras elevadas para no dañar los cenotes. A pesar de su mención en prensa como una especie de panacea ecológica, El País indica que ni siquiera han sido consideras.
Para leer: el reportaje de El País aquí