Miradas sobre el aborto en la literatura
Por Anahí Colombón
La semana pasada celebramos el Día Internacional de la Mujer con algunas marchas para reivindicar el papel femenino en las sociedades actuales. En estas manifestaciones, además de exigir a las autoridades una solución a los problemas de violencia contra las mujeres, el controvertido tema del aborto cobró protagonismo. Los pañuelos verdes, que se han vuelto un símbolo pro aborto, inmediatamente se hicieron notar no solo por mujeres, sino por algunos hombres que ven en la interrupción del embarazo una solución a la maternidad no planeada.
Sin embargo en días pasados la senadora de Morena, Lilly Téllez, se manifestó en contra de las medidas abortivas en el Congreso de Nuevo León, tachando de“asesinas” a las mujeres que recurren a dicho acto; postura contradictoria con las ideas “izquierdistas” del partido político creado por Andrés Manuel López Obrador en 2011. En sus declaraciones la también periodista, católica y de ideas conservadoras, aseveró que presentará una iniciativa para castigar el aborto.
En México factores como malformaciones o enfermedades graves en los fetos, la violación, un aborto de manera accidental o que la madre ponga en peligro su vida, son algunas de las razones que disculpan el aborto y por tanto no lo condenan como un delito grave. No obstante, el hecho de que una mujer quiera poner fin a la gestación por tener relaciones sexuales de manera irresponsable no solo se ve como un acto delictivo, sino como un homicidio, un crimen atroz y cruel que merece ser castigado.
En la Ciudad de México se puede interrumpir el embarazo de manera legal hasta la semana 12, con 6 días de gestación. Si este proceso se lleva cabo a partir de la semana 13, ya estaríamos hablando de un aborto ilegal. Las penas que se imponen por el delito de aborto van de tres a seis meses de prisión o de 100 a 300 días de trabajo comunitario1Fuente: https://abortar-mexico.mx..
Pero, ¿qué pasa cuando una mujer decide recurrir al aborto por no haber tenido la suficiente madurez para planear una vida? Pareciera que en nuestro país la mujer que apela a esta medida extrema es más criminal que un ladrón, un violador a un feminicida. La moral católica y el hecho de que somos un país sumamente conservador nos llevan a condenar el aborto como un acto imperdonable, que estigma a la mujer, a aquella que tan solo trata de decidir sobre su cuerpo.
La literatura, espejo fiel de las pasiones y la vida humana, también ha retratado este tema que en días recientes ha causado una gran polémica, por lo que en esta ocasión presentamos cinco textos literarios que plantean la interrupción del embarazo desde distintos enfoques. La lectura de estas obras tiene el propósito, sino de hacernos tomar una posición a favor o en contra, sí de vislumbrarnos otros puntos de vista sobre dicha cuestión.
“Colinas como elefantes blancos“de Ernest Hemingway.
“—En serio que es una operación terriblemente sencilla, Jig —dijo el hombre—. En serio que ni operación llega a ser.”
El escritor ganador del Nobel de Literatura en 1954 escribió este cuento corto en el cual un hombre trata de convencer a su novia para practicarse un aborto. En todo el texto el autor maneja este argumento de manera discreta, pues en ningún momento lo menciona, quizá por el escándalo que resultaría en aquella época abordar un tema que ha sido tabú durante tantos años. Es el lector, quien con mucha imaginación y malicia, logra descubrir lo que Hemingway en realidad quiere dar a entender.
Palmeras Salvajes de William Faulkner
Publicada de 1939, la novela del escritor estadounidense, quien también se hizo merecedor del Nobel de Literatura en 1949, intercala dos historias diferentes que a final de cuentas se complementan, ya que la lectura de una requiere la de la otra y viceversa. Sin embargo la historia de amor entre Charlotte Rittenmayer y Harry Wilbourne manifiesta una relación opuesta a los cánones fijados por la sociedad burguesa, en donde el amor libre y pasional entre dos personas que solo quieren disfrutar del placer no tiene cabida y es motivo de desaprobación. Esta obra, traducida al español por un gigante de la literatura como Jorge Luis Borges, nos muestra que la decisión del aborto entre Charlotte y Harry termina por condenar sus vidas, así como el idílico romance que une a ambos. De esta manera para Faullkner nuestros actos pueden traernos las más miserables consecuencias que jamás hayamos imaginado
La hora de la decisión de Ethel Krauze
A pesar de que el aborto es un tema mayormente femenino, en la literatura ha sido abordado en su mayoría desde la perspectiva masculina, por lo que es necesario contemplarlo desde la pluma de una mujer. En este caso la escritora mexicana Ethel Krauze se centra en cuestionar el papel que como mujeres hemos tenido. Una decisión tan nuestra como la interrupción del embarazo es un asunto que ha sido decidido por los hombres, cuando a quienes atañe esta cuestión es al sexo femenino. En este texto más que tomar una posición a favor o en contra nos invita a todas las lectoras a cuestionar y luchar por el derecho que tenemos de ser escuchadas y tomadas en cuenta en esta sociedad machista y conservadora.
El aborto de Anne Sexton
En esta lista no todo es cuentos y novelas. La escritora norteamericana, ganadora del premio Pulitzer en 1967, Anne Sexton, escribió un poema al aborto, el cual comienza de la siguiente forma: “Alguien que debió haber nacido ya no está”. En él la autora describe las vicisitudes que el decidir sobre una vida conlleva y la afectación que sufre quien opta por esta medida. De igual forma, Sexton en otro poema titulado Menstruación a los cuarenta pone de manifiesto el proceso de la menstruación en la edad madura, vista ésta como la muerte de un ser que en algún momento pudo haber sido. Sus poemas son un grito desgarrador de una liberación femenina que en años recientes apenas ha comenzado a cobrar vida.
Conservas de Samantha Schweblin
De su libro Pájaros en la boca este cuento de la autora argentina nos revela a una pareja que espera la llegada de su primer bebé. Aunque en un inicio todo parece ir bien, la protagonista refiere que la maternidad es también renunciar a muchas cosas. La solución es interrumpir el embarazo. Schweblin nos describe de manera fantástica una forma de frenar la gestación sin dañar la vida del ser que viene en camino, tema que es una clara alusión al aborto. Lo interesante de este relato es la postura de la protagonista, quien puede tomar una decisión entera sobre su cuerpo y su papel como madre.
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En síntesis sabemos que muchos niños nacen sin ser planeados; sus vidas se vuelven un infierno; varios son abusados, condenados a trabajos forzados o tienen una difícil situación de calle. Mi postura al respecto es que en estos casos es preferible que el nacimiento se detenga cuanto antes, aunque la realidad es que cada cabeza piensa diferentes soluciones. Estés o no a favor del aborto, lo más importante es respetar los diversos puntos de vista.
Todas las mujeres tenemos derecho a tener buenas condiciones de salud. El aborto seguro, gratuito y legal debería de ser una realidad más que un sueño en nuestro país. Si lo anterior nos genera escozor la medida para solucionar esto está en otorgar a toda la población una educación sexual de calidad, sin tabúes y sin tapujos, que nos permita tener una sexualidad verdaderamente responsable. No todas las mujeres nacen para ser madres. Debemos entender que la maternidad tampoco debe ser el objetivo fundamental impuesto por la sociedad hacia una mujer.
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Referencias
↑1 | Fuente: https://abortar-mexico.mx. |
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