Conacyt recorta apoyo para asociaciones y el acercamiento de menores a la ciencia se tambalea

Hace unos días hablábamos de cuando la política y sus términos prácticos [como el gasto público] tienen consecuencias en el país de los símbolos y hoy en El Universal leemos cómo las intenciones de tener un manejo centralista de los recursos podría provocar que se vean suspendidos eventos como la Olimpiada de Física (de la Sociedad Mexicana de Física) o que se mermen diversas iniciativas para acercar a los niños a la ciencia.

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La directora actual del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, ha sido fiel al estilo de la nueva administración federal al otorgar declaraciones estridentes que apelan a romper los esquemas de sus predecesores, atacando símbolos de exceso pero también cayendo en polémicas absurdas como su golpeteo mediático con el ex director Enrique Cabrero. Por ejemplo, desde la oficina de la servidora pública se difundió que su predecesor tenía “un chef a su disposición”, siendo esa la nota más relevante desde el punto de vista administrativo de la institución.

Otro ejemplo es que a mediados de enero de 2019, Álvarez-Buylla declaró que se otorgaron donaciones a empresas trasnacionales desde el Conacyt en el sexenio de Enrique Peña Nieto pero no otorgó detalles más específicos ni esperó a tener, incluso declarando que todavía los estaban recabando. La cereza del pastel fue el período de entrega – recepción, cuando la científica resultó indignada porque la oficina de Cabrero emitió un memo donde advertían que sus sucesores podrían recortar el apoyo a becas.

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Hoy Álvarez-Buylla, la funcionaria (que no la institución, porque los científicos mexicanos siempre dan de que hablar), es el centro de una nota en El Universal en la que se refiere que varios consejos y asociaciones dedicadas a la promoción de la ciencia hacía los menores de edad (que no votan, por cierto) verían seriamente reducidos sus apoyos desde el Conacyt ya que solamente tienen garantizados los primeros seis meses de 2019.

Dice el reporte firmado por Luis Domínguez en el diario capitalino:

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) se vio forzada a suspender su programa de actividades el primer trimestre de 2019. Hubo demora en expedir la convocatoria “Programa de Actividades Científicas, Tecnológicas y de Innovación”, de la cual dependen financieramente y que les permite realizar talleres, programas de investigación y concursos académicos: y aún no reciben los recursos.

Pero la AMC, que recibió 50 millones de pesos en 2018, no es la única que vive este estrés financiero: la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM), la de Neurología, la Academia de Ingeniería (AI) y la Sociedad Mexicana de Física (SMF), entre otras, sufren la misma situación.

Los directivos de las mencionadas instituciones hablan de puertas cerradas en la dependencia, ya que Álvarez -Buylla no los ha recibido, pero sí ha declarado en apariciones públicas que pretende crear un plan nacional de vocaciones científicas y que las academias serán quienes deberán acercarse luego de ya no tener apoyos en seis meses.

Es decir, estos esfuerzos se controlarían desde su oficina.

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