‘Los cuervos no se peinan’, teatro fantástico para niños solitarios
Una historia plagada de espacios dramáticos y personajes, sin requerir de grandes recursos escenográficos, con un ritmo rápido en los cambios de escena, mientras despliega una cantidad de trazos escénicos. Sin lugar a dudas, una obra de teatro fantástico para que la disfruten los niños
Por Alejandro Velázquez
Los cuervos no se peinan, cuya dramaturgia pertenece a Maribel Carrasco, sigue una trama usando una estructura del relato fantástico muy popularizada en el cine comercial y que incluso ha sido satirizada por los Simpson, que consiste en juntar a dos personajes, un humano, en este caso la mujer de sombrero rojo, y un ser fantástico. En la obra de Carrasco el cuervo Emilio (fantástico porque tiene características inusuales al de dicha ave, como hablar apenas ha salido del cascarón).1Uno de los filmes más recientes, La forma del agua (The Shape of Water) de Guillermo del Toro. Y en cuanto a los Simpson, no se puede olvidar esa escena de la Momia futbolista adolescente, que ha de parodiar a películas como El hombre de California (Encino Man 1992) De inicio, la mujer de sombrero rojo y Emilio poseen una característica similar y complementarias: la soledad, se aprecia una relación importante en la trama que no se basa en el azar, sino en la misma decisión de estar juntos. La trama se desarrolla hasta un punto en el que se puede prever el final. Como se ha dicho, la estructura está en muchísimas películas, sin embargo, un acierto de Carrasco es introducir otros conflictos en la vida de Emilio, como la escuela, siendo un escenario con momentos jocosos, lúdicos y tensos, donde cabe una representación del bullying y una representación más cercana al mundo real.
A la par que el ser fantástico, Emilio, subvierte la cotidianidad escolar, el conflicto central con la madre adoptiva se va perdiendo por falta de acciones y porque se introducen más personajes terciarios con más conflictos derivados. Esto entorpece la resolución de la trama, del conflicto emocional que vive la madre y del único amigo de Emilio. Para un personaje que en un principio fue quien busco a la mujer del sombrero, el final es muy ambiguo por esas resoluciones y porque parece legitimar un egoísmo artístico con el siguiente argumento: es más importante seguir la naturaleza, la vocación y los instintos, porque el lazo familiar resulta efímero y volátil, casi que es un impedimento para el germen natural creador. Se puede interpretar así porque el vuelo y la pluma, símbolos de la escritura y de la imaginación, del poder creador, son una sustancia perdurable, inédita, que terminan reemplazando a la familia, la cual substrae ese germen. Analícenlo, si ven la obra, y comparen el inicio con el final.
En cuanto a la actuación, la agilidad para trasladarse en el espacio dramático, una claridad en la expresión vocal y corporal durante las secuencias narradas, los matices caracterizados por la voz y la gestualidad, son algunas de las habilidades del elenco, integrado por Diana Becerril y Daryl Guadarrama. Si bien hay escenas donde este dueto luce mimetizando a los cuervos, una gran cantidad de escenas permite percibir un ramillete de niños con bastante verosimilitud. Cuando se trata de representar a los niños, Becerril logra sonar y verse con la espontaneidad lúdica de un niño menor de cinco años, sin caer en lo cliché o en lo sobreactuado. ¡Por si no fuera poco, representa a varios tipos de niños rápidamente y con matices muy claros!
La dirección de Diego Montero en Los cuervos no se peinas se caracteriza por llevar una historia plagada de espacios dramáticos y personajes, sin requerir de grandes recursos escenográficos, con un ritmo rápido en los cambios de escena, mientras despliega una cantidad de trazos escénicos, aprovechando los traslados corporales del actor para hacer cambios de escena y de personajes. El trabajo de dirección, a la par que la actuación, asombra por su creatividad, versatilidad y la multiplicidad de escenarios que bien cautiva a los niños y adultos.
Datos de la temporada en el Teatro El milagro, del 21 de abril al 20 de mayo, 2018
Horario: sábado y domingo a las 13 horas.
La obra va dirigida a niños a partir de los 6 años. Teatro el Milagro está en Milán 26 col. Juárez, Ciudad de México.
Referencias
↑1 | Uno de los filmes más recientes, La forma del agua (The Shape of Water) de Guillermo del Toro. Y en cuanto a los Simpson, no se puede olvidar esa escena de la Momia futbolista adolescente, que ha de parodiar a películas como El hombre de California (Encino Man 1992) |
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