El caso de La Manada: El juicio por violación grupal que conmociona a España
Cinco jóvenes, hombres y originarios de Sevilla, son acusados de violar a una mujer en los Sanfermines del año 2016. A estas personas la prensa los ha denominado como La Manada debido a la existencia de un grupo de Whatsapp donde se comunicaban bajo ese nombre y actualmente enfrentan un juicio por las brutales acusaciones, siendo que la Fiscalía española busca condernarlos por 22 años y 10 meses de prisión por agresión sexual, robo con intimidación y delitos contra la intimidad.
En un punto de la declaración, la chica violada dijo que era todo tan violento y grotesco que ya no sentía la diferencia entre la penetración vaginal o anal. Ahora los 5 que perpetraron ese horror piden respeto a su intimidad. Estos son sus nombres y sus rostros: pic.twitter.com/qPreeDwMAn
— Eduardo Arcos ? (@earcos) November 15, 2017
Citamos de El País:
Los informes finales serán defendidos hoy y mañana por las acusaciones (que sostienen que la chica fue violada por el grupo) y las defensas (que afirman que la relación sexual fue consentida).
La defensa de tres de los cinco acusados, que incluyen a dos elementos de las fuerzas del orden españoles, argumenta en la siguiente declaración, que destaca por penosa, grotesca e insensible:
Agustín Martínez Becerra, que representa a tres de ellos, hizo especial hincapié en la actitud de la chica. Aludió a su comparecencia en el juicio, “con rictus jovial, afabilidad, falta de aflicción y una peculiar manera de sentarse”, según el abogado. Martínez Becerra señaló que durante esa declaración la joven reconoció que el hecho de que cerrase los ojos, como se aprecia en los vídeos grabados por los acusados, puede interpretarse “tanto como que estaba sometida como que no”. “No se pueden realizar felaciones con los ojos abiertos”, afirmó para contrarrestar el informe de la Policía Foral sobre los vídeos, que refleja el silencio de la víctima, los ojos cerrados y su rol “neutral y no activo”. “No se ve asco, ni dolor, ni sufrimiento”, dijo para argumentar el supuesto consentimiento en el que se basa su estrategia de defensa.
El ambiente durante la primera audiencia en la cual se permitió la entrada a la prensa, fue así, vía El Confidencial:
La fiscal concluye su alegato y los acusados se relajan con alguna que otra sonrisa entre ellos. No están permitidas las fotos con las cámaras pero sí los retratos con el lápiz y el bolígrafo. Y esta cuestión molesta a algunos de los acusados. Pero no a Cabezuelo, que pide a uno de los dibujantes que está acreditado en la sala por algún medio de comunicación que le muestre el retrato que le ha hecho. Y responde con un gesto de aprobación una vez ve el resultado.
El medio El Español también ha realizado un largo artículo acerca de las declaraciones y la vanidad de los cinco acusados de violación. Los argumentos de la fiscal Elena Sarasate son los siguientes:
Trata de demostrar que los 96 segundos de los vídeos muestran a una joven violada y en pánico cuyo gemido más reconocible es de dolor, no de placer. Lo hace señalando aquí y allá cuestiones que cargan la culpa en los acusados. Si según ellos la chica dijo que podía “con dos y con cinco”, por qué en sus primeras declaraciones se refiere, aún aturdida, a cuatro personas.
La cobertura completa puede leerse aquí en El País y acá en El Confidencial.