El cuerpo como instrumento de liberación y poder, en el museo de Arte Moderno
Desnudo, erotismo, tabú y sexualidad, son los elementos que conforman la exposición La parte más bella, que reúne 115 fotografías relacionadas con el cuerpo como instrumento de liberación y poder. Inaugurada el pasado 19 de octubre, la muestra estará en exhibición hasta el próximo 11 de marzo de 2018 en el Museo de Arte Moderno.
La imágenes pertenecen a 64 autores como ManRay, Jisef Breitenbach, Bill Brandt, Manuel Álvarez Bravo, Antonio Reynoso, Sasha Stone, Bill Brandt y Peter Hujar, entre muchos otros artistas de la lente que van de los siglos XIX al XXI.
Los artistas, originarios de Estados Unidos, Europa y Asia, 10 de ellos son mexicanos, mezclan diversas técnicas las cuales van de impresiones en plata sobre gelatina del siglo pasado hasta la solarización y el fotomontaje.
En el Museo de Arte Moderno la muestra fue inaugurada sin ceremonia, pero sí con el recorrido ofrecido por el curador James Oles, quien mostró las diversas series fotográficas y dijo que la museografía presenta una mirada ecuménica, no cegada por cierto estilo o determinada identidad sexual o de género.
“Estas fotografías revelan de manera íntima, generosa, empática y honesta cómo nos relacionamos con el cuerpo, así se manifieste en términos de deseo, posesión o acción. Esta muestra sin duda tiene el propósito de estimular futuras historias en la fotografía más vastas, tolerantes e incluyentes”, apuntó el curador.
Comentó también la labor del coleccionista Pedro Slim, quien ha creado a la par de su acervo de fotografías una amplia biblioteca sobre la historia de la imagen y algunos de sus libros son primeras ediciones como las raras copias de Tulsa, de Larry Clark y Embrace, de Eikoh Hosoe, ambos publicados en 1971.
Durante el recorrido inaugural James Oles menciono fotos como Niño del machete, de Héctor García, de la que dijo evoca la tradición de la foto documental sobre el cuerpo erotizado del trabajador, en este caso un cortador de caña frente a un mural pintado en un ejido en los años 50.
Sobre la obra de la fotógrafa Arlene Gotfried dijo que sus fotos captan la vida en las calles y sobre las playas de New York, en particular Brooklyn capturando la intimidad y la empatía por parte de las personas que atrapaba en cada imagen.
De la misma forma se refirió a la serie Arthur Rimbaud en New York, de David Wojnarowicz, quien en su opinión refleja fielmente el espíritu rebelde e incluso anárquico de la escena del East Village en la Gran Manzana. En estas imágenes el autor deambula por calles con graffiti y los muelles del Río Hudson con una máscara de papel.
En la sección dedicada a Amos Badertscher, mencionó que este autor enfoca su mirada en los barrios decadentes de Baltimore donde vemos a un joven inyectándose droga y otro aguarda semidesnudo bajo un puente cubierto de graffiti.
Otra serie relevante de la exposición es la de Graciela Iturbide, quien presenta a hombres vestidos de mujer de la comunidad muxe y que en opinión del curador asumen un desfase entre los rasgos masculinos y femeninos.
Finalmente, sobre las piezas que se exhiben de Manuel Álvarez Bravo, La desvendada y Antonio Reynoso, La gorda, mencionó que ambos fotógrafos observan a sus modelos desde cierta distancia y enfatizan el erotismo en el acto de desnudarse o de mirarse al espejo, vieja referencia a la vanidad.