Ultramarinos cumple dos años: El estado de la música alternativa en iberoamérica
Hace dos años me uní a un grupo de personas, lideradas por mi amigo Uziel, para generar un nuevo sitio de contenido musical, sin breaking news, clickbait o chismes. Simplemente hablar sobre gran música y grandes discos. El eje matriz y estético va alrededor de la amplia cultura musical alternativa que existe en América Latina y España, o lo que es lo mismo: Ultramarinos.co no sería un lugar para comentar lo que pasan en EXA FM. Y tal vez tampoco todo de lo Radio Ibero.
Con el tiempo, Uziel [editor en jefe] definió la línea editorial: hablaremos de la mejor música de nuestro país, el resto del contenido y España, generada por creadores iberoamericanos. No es tu típico sitio que habla de inmediato acerca de una nueva pista de Kasabian o Decemberists. Más bien es sobre un nuevo arribo de Lido Pimienta, otra obra maestra de Javiera Mena o propuestas emergentes como Dolphant o Policías y Ladrones.
Aquí una retrospectiva [por algunos de los que generamos Ultramarinos] sobre los últimos dos años de la escena independiente, a propósito de los dos años de Ultramarinos.
Uziel Palomino, editor en jefe
La primera vez que vi en vivo a Vicente Gayo fue precedida también por una entrevista, de eso ya hace unos seis años más o menos. Lo que me quedó de esa charla no fue el hecho de poder comentar con ellos sobre el disco que promocionaban en su momento más álgido, sino uno de los comentarios que Josué (guitarra) apuntó sobre lo que sucedía ahora con la música y las bandas independientes en México y Latinoamérica –en el ‘ahora’ de aquel entonces, claro: me dijo que esto “se estaba poniendo de moda”. Y que “era bueno”, de hecho, “muy bueno”… que había que aprovechar este momento en que todos, de alguna forma, estaban volteando. Y dejar de llamarle moda –porque las modas terminan–, superarla y hacerlo algo vivo.
Y eso, a inicios de esta década. Las cosas han cambiado no sólo desde dos años para acá, y se debe principalmente al remarcable trabajo de quienes conforman, en mayor o menor medida, a todo lo que le dicen escena, circuito o industria: músicos, sellos, colectivos, promotores, blogs, venues, productores, agencias, festivales, organismos independientes y sobre todo, el público, se han sumado de miles de formas a hacer esto cada vez mejor y más emocionante.
Ver que una banda crece del pub local al SXSW
¿Qué motivó a que gente que ama la música tanto como quienes la crean, a formar parte de esto? Eso. El amor por escuchar un disco genial “hecho a mano”; por ver a una banda local en vivo en un bar cercano y luego encontrártelos anunciados en SXSW; por descubrir alguna joya perdida en internet que quieres compartirle al mundo; por presenciar actos que jamás han pisado el país en un festival diferente… nos dimos cuenta de que siempre se han hecho las cosas bien y que existe un gran interés por hacerlas aún mejor. Que este es un gran momento para la música en toda Latinoamérica y que no hay que dejar de escucharla.
Que no hay que dejar de contar esas historias.
Samuel Nava, editor adjunto
Los prejuicios que existían hace años se han desvanecido. Cada vez hay menos miedo a la experimentación, tanto en la parte artística como en la organización de eventos. Es común ahora ir a tocadas donde encuentras igual a bandas haciendo shoegaze o punk o folk. En esa parte, los colectivos que comenzaron como pioneros dos años atrás han tenido un crecimiento increíble, se han profesionalizado todos: bandas, organizadores y hasta medios.
Musicalmente las fronteras siguen derrumbándose: ya no da pena escuchar una cumbia electrónica que una balada de guitarra, y lo mejor es que pueden provenir de cualquier parte del mapa. Lo mismo pasa con el público, que se ha involucrado en su escena local. No es que dejen de ir a los grandes festivales con talentos internacionales, es que se han dado cuenta de que acá también hay mucho que vale la pena escuchar y ese es un triunfo de todos los que están involucrados en esto.
Sebastián García Gallardo, producción
Es indiscutible que Latinoamérica ha crecido su influencia global en la música en los últimos años, ciertamente favorecida por el uso de la tecnología, un continuo aprendizaje e identidad propia, elementos fundamentales para el desarrollo de nuevos métodos para la gestión y desarrollo del quehacer musical. Unificando e involucrando a los artistas, medios y promotores, se han logrado perfeccionar los canales de comunicación con el público, proyectando múltiples opciones para el consumo y retroalimentación de la industria musical.
En este tiempo descubrimos que no existe la música independiente, porque nunca dependimos de alguien, sólo nos hizo falta darnos cuenta que nosotros mismos creamos y expandimos nuestros alcances, creando y fortaleciendo las redes de trabajo. Una mezcla perfecta entre talento, trabajo en equipo y buenas ideas, arrojan una fórmula que nos ha funcionado para el crecimiento de las múltiples micro-escenas que se gestan. Entendimos que no hay una verdad absoluta y más bien nos encontramos con un fenómeno musical cambiante y con muchas aristas, depende de nosotros entenderlo y adaptarnos.
Voltear a Latinoamérica nos traerá nuevas oportunidades para descubrir y disfrutar la música en general.
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Yo, Francisco Trejo Corona (columnista y tecnólogo), simplemente opino que el pop se ha considerado como el género rey y se ha perdido la pena, tanto de crearlo como de escucharlo. Hay vida más allá de las guitarras ruidosas y especialmente desde Chile nos están poniendo una arrastrada musicalmente. Tampoco hay que olvidar de donde viene todo: Cola Jet Set y Guille Milkyway, Julieta Venegas e incluso Cypress Hill (su productor es quién pulió a los Control Machete, ahí hay historia). ¡Escuchemos grandes discos!
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