Agencia Bengala: pasión por contar historias

Entrevistamos a Gabriel Nuncio de Agencia Bengala:

¿Qué es Bengala? ¿Cómo surge la propuesta?

En el 2009 me reuní con Diego Osorno para invitarlo a escribir un guión para una película, que luego se llamó “Revolución”, relacionada con el centenario. Diego me respondió que él en realidad no era guionista, pero que tenía varias historias que podían ser llevadas a guión. Esa fue nuestra primera conversación, en la que charlamos fundamentalmente sobre la relación entre periodismo y cine.

Posteriormente, Diego me pasó una crónica suya, “Muerte súbita”, que publicó en Chilango. A mí me gustó la idea y busqué un guionista que escribiera un largometraje, productores, etc. Ese es el proyecto más largo que tenemos. Para el 2012 decidimos formalizar una relación de colaboración, y se unieron Andrés Clariond y Alexandro Aldrete. Así creamos Bengala, que asumió como uno de sus primeros ejercicios la creación de un premio que abriera la posibilidad de contar historias.

¿Cuáles son los temas que se abordan en el concurso?

La primera edición fue libre y recibimos cerca de trescientos textos, provenientes de América Latina, así como de mexicanos que viven en distintas latitudes. El ganador fue a Sundance, al Screenwriters Lab, y ahora está a punto de iniciar la post-producción de su película.

La segunda convocatoria abordó el terror; a la tercera la llamamos “Policías y Ladrones”, y en ésta cuarta oportunidad el tema es desaparecidos. Esperamos recibir muchas participaciones, pero la idea es también que podamos incrementar el tráfico de propuestas provenientes de toda América Latina, así como de los hispanos que viven en USA.

Recientemente tuvo lugar el encuentro Balas y Baladas, del que ustedes fueron organizadores. ¿Qué rescatas de la experiencia?

Es importante decir que al principio no estábamos interesados en producir, sino que nos enfocamos en desarrollar historias. Eventualemente, ARCA se reunió con nosotros para proponernos distintas ideas, y así surgió “Balas y Baladas”, un MashUp de periodismo. En ese espacio cada año hay un esfuerzo para conseguir a periodistas que realmente reflejen nuestro momento histórico. Es algo que puede crecer mucho.

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Al principio no estábamos interesados en producir, sino que nos enfocamos en desarrollar historias

Los encuentros han servido como semilleros de nuevos periodistas, guionistas y escritores. A mí me sorprendió mucho la demanda que despertó en su última edición: fue un viernes en la noche, en el centro, y era un evento bastante especializado. La gente igual estuvo presente y participando.

En acuerdo con la evolución de Bengala, ¿Cuáles son los productos de los que te sientes más orgulloso?

Es difícil responder, porque muchos guiones siguen en proceso y no van a ver la luz hasta 2018. Pero me siento muy satisfecho de cosas como el reciente documental “Silvestre” de Santiago Mohar o “Las letras”, de Pablo Chavarría.

Esas dos producciones tienen una fuerte carga social. ¿Cómo se vincula en lo cotidiano la iniciativa de Bengala con esas realidades?

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La manera en que trabajamos es algo esquizofrénica, porque tenemos un rango muy amplio de productos, aunque todos hayan nacido de la idea de unir periodismo y cine. Por ejemplo, en 2005 colaboré en la película “Sin nombre”. Allí hacía desarrollo de proyectos, sin saber que se llamaba desarrollo de proyectos: me dedicaba a la investigación, hablaba con migrantes, vivía in situ la experiencia, etc. Todas esas cosas robustecen el guión, la historia y el aborde del director. Eso lo queremos replicar en todos los proyectos de largometraje que tenemos, y creo que es algo que hasta hace muy poco empezó a realizarse: los directores hacían películas muy personales -que eso está bien, porque hay muy buenas cosas que resultaron de ello- pero creo que faltaban también apuestas con plots más robustos, con tramas, etc.

¿En qué proyectos está trabajando Bengala ahora mismo?

Vamos a hacer el siguiente documental de Diego Osorno; también queremos producir una película de un diseñador gráfico -es quizá la menos relacionada con periodismo- que se basa en la historia de unos metaleros en Monterrey; también está Muerte Súbita, que sigue siendo un proyecto que está a la vista; Andrés Clariond dirigió “Hilda” hace unos años y ahora está preparando su nueva película; vamos a dedicarnos a otro documental de media duración, y a comenzar a producir más cosas como “Silvestre”. Para allá vamos.

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