Las Cirujanas: Arte, activismo y feminismo en la Ciudad de México
Las Cirujanas es un proyecto con más de seis años de vida. Está integrada por feministas que buscan promover el respeto a la diversidad genérica-sexual en la Ciudad de México -así como en sus periferias- a través de la organización de eventos educativos, artísticos y culturales.
Nadia Matamoros es parte de ellas. La acompañamos en su transformación drag para conocer más del proyecto y de su artivismo.
Nadia estudió geografía humana en la Universidad Autónoma Metropolitana, pero también es terapeuta. Al salir de la universidad obtuvo un trabajo en la industria de la construcción, el que describe como “un rubro muy delimitado, en donde las mujeres desempeñan ciertos roles en un medio de hombres. Un sitio muy competitivo, muy machista”. Los cinco años en los que Nadia trabajó ahí le ayudaron a entender la lógica de esos espacios masculinizados y a generar estrategias para su protección. También aprendió a hacerse valer, no por su género, sino por su trabajo.
Hace un año se integró a Las Cirujanas, con las que ha participado en talleres y conferencias sobre la cultura de la violencia y la desmitificación del amor romántico. Ahí comenzó su práctica drag. Nadia describe el drag king como un dispositivo o una forma que nos permite cuestionarnos la idea del género, de que pertenezcamos a uno solo, de como se construye esta idea de ser hombre o ser mujer.
Este es Hugo, el personaje de Nadia:
“Hugo comenzó como algo que no me gustaba, era la manifestación de lo que no me gusta de los hombres; después, el personaje fue modificándose, fue cambiando. Me gusta, porque a partir del trabajo que he estado haciendo con Cirujanas, ya no sólo tiene que ver con la violencia, sino con el empoderamiento y con la visibilización de otras realidades posibles, de disidencias, de toda la diversidad.”
“Hugo es una mezcla de todos los chicos de barrio con los que crecí, chicos onda Hip-hop, el clásico chico que se la cree de muy chingón, que a todas las trae muertas, machín, de “total si no tengo a esta vieja tengo a esta otra”, pero que vive con su mamá. Aunque esté muy influenciado por la cultura de Estados Unidos, tiene que ver mucho con mi realidad, con mi contexto, con todo lo que he vivido. Hugo recopila experiencias no sólo de mi vivencia en el mundo de la construcción, sino de otros amigues; de hecho, el nombre es un homenaje a un amigo muy carismático, pero con actitudes muy machines. Como lo tenía muy bien observado, pues ya sabía como caminar, como hablar, como reaccionar, como moverme.
“Mi personaje no está terminado, pero ha evolucionado. Ha cambiado desde que empezó a ver otras cosas, a partir de que se abrió al mundo, trató otras personas y se salió de su barrio. Antes era muy vanidoso, pero ahora sabe que no puede comportarse de la misma forma.”
“A Hugo le gusta la música dark, Prayers para él ha sido una gran inspiración. Se dio cuenta que en un ambiente de barrio de cholos puede haber alguien que se pinta, que se divierte y que no pasa nada.”
PASOS PARA EL DRAG
1.- El lenguaje corporal
2. Vendaje y prótesis
“Cuando tu te vendas, la energía corporal que tienes arriba, pasa otro centro. Cuando tu te pones un pene, tu sientes que todo energéticamente cambia. Cuando camino me siento súper diferente.”
3. Customización
EL PERFORMANCE
Hugo está en deconstrucción, está experimentando y se ha sentido muy bien al respecto. El pasado 24 de septiembre acudió a manifestarse en respuesta a la marcha convocada por el Frente Nacional por la Familia.
Sin ánimos de confrontación, lo que querían era contrarestar la desinformación y el odio que promovían las “familias tradicionales”. Ya en la glorieta, Hugo dio paso a Nadia, en un performance se fue desdragueando.
Al final sólo quedó Nadia con un bigote. Cuando se retiraban del lugar, tuvieron un altercado con un grupo derechista de choque. Aunque no tuvo consecuencias físicas, fue un recordatorio de que en la ciudad de “las libertades”, la intolerancia se asoma por las calles.
LA NARRATIVA VISUAL COMPLETA
Todas las fotos: Annick Donkers
CRÉDITOS
Narrativa: Alexandria Sevilla Fotos: Annick Donkers Diseño web: Francisco J. Trejo